¡¿Pero y esta mujer dónde ha estado todo este tiempo?! ¿Por qué la han tenido a la sombra tantos años? En el Instituto, que yo recuerde, nada de ella se hablaba... Era como si nunca hubiese existido...
"lejos de excluir la superioridad afectiva, otras cualidades preciosas, se derivan de ella estímulos poderosísimos para todos los resortes del alma".
Los románticos estaban "arriba de la bola".
Y tú Tula, grande!
Las feministas al uso (las institucionales) de este siglo XXI perdieron el rumbo al separar el camino de la igualdad del reino afectivo-emocional.
Como dice hoy en día la neurociencia -y bien dices Tula aquí- y bien han sabido siempre los sabios, es desde la emoción y la capacidad afectiva que el cerebro puede funcionar, es la emoción lo más complejo, es la emoción lo que nos mueve... y es la emoción positiva por excelencia, el Amor, lo que tenemos que sanar como civilización.
Gracias, Tula. Tus palabras del siglo XIX siguen teniendo gran validez y necesidad.
Excma. Señora Medina y Hernández, Sus sabios comentarios alaban mis modestas observaciones. Gracias por reseñar críticamente mi artículo y por trasmitir sus ideas en éste medio para con sus semejantes. Señoras de su clase y verbo son muy necesarias en nuestra cultura, incluso en nuestra civilización general… Siempre suya, A.S.P. Doña Gertrudis Gómez de Avellaneda, viuda de Sabater y Verdugo Massieu.
¡Que fuerza y que verbo!!! Divina, Tula.
ResponderEliminar¡¿Pero y esta mujer dónde ha estado todo este tiempo?!
ResponderEliminar¿Por qué la han tenido a la sombra tantos años?
En el Instituto, que yo recuerde, nada de ella se hablaba... Era como si nunca hubiese existido...
¡La amo desde ya!
!Viva Tula! y !Olé!
ResponderEliminar"lejos de excluir la superioridad afectiva, otras cualidades preciosas, se derivan de ella estímulos poderosísimos para todos los resortes del alma".
ResponderEliminarLos románticos estaban "arriba de la bola".
Y tú Tula, grande!
Las feministas al uso (las institucionales) de este siglo XXI perdieron el rumbo al separar el camino de la igualdad del reino afectivo-emocional.
Como dice hoy en día la neurociencia -y bien dices Tula aquí- y bien han sabido siempre los sabios, es desde la emoción y la capacidad afectiva que el cerebro puede funcionar, es la emoción lo más complejo, es la emoción lo que nos mueve... y es la emoción positiva por excelencia, el Amor, lo que tenemos que sanar como civilización.
Gracias, Tula. Tus palabras del siglo XIX siguen teniendo gran validez y necesidad.
Excma. Señora Medina y Hernández,
EliminarSus sabios comentarios alaban mis modestas observaciones. Gracias por reseñar críticamente mi artículo y por trasmitir sus ideas en éste medio para con sus semejantes. Señoras de su clase y verbo son muy necesarias en nuestra cultura, incluso en nuestra civilización general…
Siempre suya, A.S.P.
Doña Gertrudis Gómez de Avellaneda, viuda de Sabater y Verdugo Massieu.