En una noche de inquietud absoluta y a la luz de una vela, escribí un canto desesperado a la poesía. Fue en mitad del verano de 1836, acabada de llegar a La Coruña, la ciudad que me fue hostil por culpa de mi padrastro y gran parte de su familia. Ninguno de ellos entendía que una mujer se pudiera dedicar a otras tareas que no fueran las domésticas… No comprendían que yo leyera apasionadamente a Rousseau y me acusaban de atea por ello. Se sorprendían, ¡y mucho! porque escribía y componía poemas…
La noche de aquel verano del 36, en la plenitud de mi mocedad, compuse uno de los cantos más desgarradores dedicados a la musa inspiradora. Hoy, ciento setenta y seis años después, quiero dedicar aquella oda a todos los poetas del mundo en nuestro merecido y sagrado día.
¡Feliz Día Mundial de la Poesía!
Oh, me entero que se celebra el día mundial de la poesía el mismo día del equinoccio de primavera!
ResponderEliminarGracias, publicaré algo también en mi blog!
Abrazos inmensos!