2014, año del bicentenario avellanediano
Introducción:
Desde el mes de agosto y hasta
finales de diciembre de 2013 realizamos una serie de post que titulamos PRELUDIO PARA UN ILUMINADO BICENTENARIO.
Se trataba de una sucesión de acontecimientos en la vida de la famosa escritora
Gertrudis Gómez de Avellaneda que estaban un tanto turbios y difuminados en el
tiempo. El asunto ya lo hemos resuelto.
A partir de hoy, y hasta el
día en que celebremos el bicentenario, explicaremos una serie de absurdas razones
(divididas por temas), que han tratado de silenciar y menospreciar a una mujer ante
la que todos deberíamos inclinarnos más que respetuosamente.
Para nosotros los actos por el bicentenario se
convierten en momento de obligado recuerdo con el objetivo de perpetuar su
memoria en el tiempo. Así lo hemos creído siempre y así lo llevaremos a cabo de
manera encomiable con nuestros modestísimos recursos.
Una ilustre mujer inexplicablemente relegada a
planos muy inferiores a su verdadera categoría como poetisa, dramaturga y como
escritora de primerísima línea, “la más grande de los tiempos modernos”, según
palabras de Marcelino Menéndez y Pelayo no pasará inadvertida en el año de su
bicentenario. No lo vamos a permitir.
El silencio de una serie (I)
Desde dos mil once, año de
la aparición en la Internet del blog sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda, se le
dedicó especial atención al rescate de la figura y de su obra, reclamando mayor
atención y mejor trato por parte de las Instituciones que habían dejado de lado
a tan prestigioso personaje. Sus orígenes, ya lo hemos dicho, fueron la antesala por el
bicentenario a celebrarse el 23 de marzo próximo, y también como respuesta a
una necesidad de rendir tributo a quién tanto y tanto merece.
En 2010 habíamos escrito ya el
guión para la TV (serie de diez capítulos) que resumía en apretada agenda, la
extensa vida y obra de la que consideramos fue la más famosa escritora
decimonónica del siglo XIX en toda Hispanoamérica (Sí, fue ella y no otras).
El guión partió de cierta
pasión por el personaje y de una brillante idea-respuesta al encontrar información
desvirtuada e irrespetuosa (según nuestro criterio) referida a la estancia de
la escritora, dramaturga y poetisa en la ciudad de La Coruña entre los años 1836 y 1838.
A partir de aquí comenzaron
una serie de incomprensibles tropiezos burocráticos que finalmente impidieron
fuera posible la realización de la serie. Dieciocho productoras españolas,
entre las que se encuentra la principal de TVE, no tuvieron en cuenta la
importancia que pudiera tener la serie y su proyección internacional en el año
del bicentenario. Eso fue hace cuatro años, y todo muy a pesar de que una productora
francesa estaba tremendamente interesada en la parte que le correspondía, siempre
y cuando una española respaldara el proyecto…
El argumento de la serie
estuvo a mi cargo. Visité las más ilustres bibliotecas del país, y otros
archivos de capital importancia. Estudié profundamente y comparé información de
todo tipo... Sin darme cuenta me convertí en un abanderado investigador de la vida
y obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda.
El guión (abierto siempre a cambios
según posibilidades reales de producción) fue obra mía y de Hortensia Domínguez
Tolón, sin la cual, honestamente, me hubiera sido imposible dar importantes
pasos a la hora de su conformación como obra audiovisual. Hortensia Domínguez
Tolón (Tenchy) además de experimentada dramaturga y guionista de lujo, es historiadora.
Y yo, además de director de obras audiovisuales, soy un incansable investigador
histórico. Ambos dimos los obligados pasos que marcan los burócratas (los del Estado
y los que representan a las empresas privadas de los Medios). No solo
registramos la obra audiovisual para protegernos de esas hambrientas y voraces
garras, sino que llegamos a contratar (en realidad contrató Tenchy, yo estoy en
riguroso paro desde hace mucho tiempo) a un experimentado abogado, especialista
en temas audiovisuales, que nos orientó en los pasos a seguir, y en
consecuencia actuamos.
Tenchy y yo éramos el
binomio perfecto ¿Qué falló entonces…? A día de hoy, a pesar de conocer los absurdos
entresijos del mundillo audiovisual español, no llegamos a comprender los
motivos del silencio o del mañana, mañana, mañana…
“El proyecto es muy interesante
y bueno. Pero desgraciadamente estamos en crisis”. Esa fue la respuesta que siempre,
siempre obtuvimos.
Ayer me he quedado de piedra
(literalmente hablando) al leer en una revista de corte sensacionalista y de
muy mal gusto que una productora de televisión realizará una serie sobre la
vida y obra (¡¿obra?!) de una mujer que no vale un comino y que es la antítesis
de La divina Tula.
Y hasta aquí hemos llegado
en nuestro dilatado silencio.
Continuará…
Manuel Lorenzo Abdala
Que triste tener que leer esto...y lo peor ver como se malgasta el dinero en series anodinas, de personajillos de escaso valor.
ResponderEliminarPavel
Crisis ficticia, absurdas productoras de Medios Audiovisuales, políticos corruptos, personajes mediáticos de medio pelo (o de ninguno), Editoriales y escritores con mucha cara y sin verbo (mucho menos adjetivos) que contratan a "negros" esclavos (Escritores)...
ResponderEliminarDe todo eso está lleno la Gran España del toro Osborne y de otros folclores y bajezas mundanas.
Manuel Lorenzo, estoy absolutamente convencida de que en algún momento, "La Divina Tula", saldrá a la luz del día. Incluso si no pertenecemos a "la pomada". No lo dudes ni por un segundo! Un abrazo.
ResponderEliminarQuerida Tenchy, yo también lo pienso. Ya viene llegando.
EliminarGracias por el comentario.
Un abrazo.