Diatriba1.
La idea de continuar el polémico diálogo sobre la Avellaneda
ha calado positivamente entre nuestros lectores, al menos en la mayoría de
ellos. Esto demuestra la vigencia de su figura, incluso o hasta mejor así, si
las ideas difieren tanto, indican su clara validez y enorme actualidad.
El Departamento de Lenguas Modernas y el Instituto de
Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida (Cuban
Research Center of Miami, Florida), impartió una conferencia, homenaje
por el 200 aniversario del nacimiento de Gertrudis Gómez de Avellaneda el
pasado 4 de abril de 2014. La oradora principal fue la Dra. María del Carmen
Simón Palmer, Investigadora, miembro del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC), la Institución de Investigación más prestigiosa de toda
España.
La ilustre investigadora, enfrascada en su “academics tour” por los EEUU, se movió
por diferentes universidades ofreciendo su anual temporada de conferencias. Días
antes, el 31 de marzo, había sido invitada como guest speaker a la Facultad de Artes y Ciencias en Barry
University of Miami para participar en otra conferencia sobre Gertrudis
Gómez de Avellaneda, al parecer su plato fuerte en los últimos años.
No tenemos información de lo acontecido aquella tarde del 31
de marzo, pero conociendo, como conocemos de primera mano, las opiniones de la
doctora respecto a la escritora hispanoamericana, intuimos el resultado. Ojalá
y nos equivoquemos, lo deseamos profundamente.
En aquella conferencia se intentaba ofrecer una visión del
movimiento romántico y la contribución de las mujeres para el cambio social en
el siglo XIX. Pensando positivamente, imaginamos que la señora Simón Palmer no
se le haya olvidado que Gertrudis Gómez de Avellaneda y Arteaga, viuda de
Sabater y de Verdugo fue precursora del movimiento feminista y antiesclavista
en España. Baste leer sus tempranas novelas Sab
(1841), Dos mujeres (1843) y Espatolino (1844) para tener una idea de
la importante contribución al respecto.
Pero centrémonos en lo acontecido durante el coloquio
homenaje a la divina Tula, celebrado el 4 de abril en el Cuban Research Center of Miami,
Florida. La conocida investigadora en su dilatada ponencia matutina, un tanto
informal y hasta cierto punto “amena” (nos han comentado algunos asistentes), expresó durante más de una hora -¡una
hora!- sus enrevesadas y viejas teorías sobre la cantora del Tínima, teorías que
nosotros no llegamos a comprender del todo. Los allí presentes al escuchar los
supuestos teóricos (absolutamente desconocidos para todos ellos), no tuvieron
tiempo para reaccionar. Con los días, las cosas han cambiado y podemos asegurar
que varios asistentes al coloquio nos han hecho llegar su malestar por todo lo
escuchado.
¿Pero que dijo públicamente la señora Simón Palmer, tan
novedoso y hasta ofensivo en grado superior sobre la Avellaneda? Tres son sus
teorías acusatorias -dichas de manera tal que no lo parezcan- y que intentan poner en entredicho la reputación de una de
las escritoras y poetisas más distinguidas del romanticismo hispanoamericano.
Teorías que no son nuevas, las viene manteniendo desde hace unos quince años en
publicaciones de muy limitado alcance público por lo que no citaremos las
fuentes académicas, nos ceñiremos a lo expresado por ella, verbalmente, en el
coloquio.
Analizando el testamento dictado por la escritora en 1864,
Simón Palmer acusa a la Avellaneda de mantener –o de practicar- una doble
moral. Todos sabemos que la poetisa escribió Sab, la famosa novela en la que rechaza numerosas ideas y
costumbres arcaicas e inhumanas con respecto a las mujeres, a la religión, y la
esclavitud, sin embargo en su testamento la escritora relaciona a sus esclavos
y los clasifica como objetos de su propiedad. Teniendo en cuenta la época y las
circunstancias no nos parece para nada extraño la relación y clasificación
hecha por la testamentaria porque era algo normal. A través de la historia los
esclavos siempre fueron considerados como bienes personales, cosas u objetos de
sus amos, por lo que podían ser comprados y vendidos como mercancías. Lo
relacionado en el testamento de la Avellaneda no se contradice con la crítica
expresada en su famosa novela, con sus revolucionarias ideas de entonces. Por
lo tanto no entendemos el motivo de la especulación y duda al respecto. Pero notamos
que algo parece escapar a la eminente investigadora y desde el blog La divina Tula, queremos recordárselo:
la Avellaneda no solamente no realizó ninguna transacción con el séquito de
personas bajo su “propiedad”, sino que les dio la libertad a todos, a los
chinos incluidos, y les proporcionó además, en función del tiempo que habían
permanecido trabajando a su servicio, los medios económicos necesarios para
poder salir adelante.
El segundo tema, propio de un presentador de ciertos
programas de corazón más que de una respetable investigadora del CSIC, nos
resulta sensacionalista y hasta risible. La estudiosa cree probable -al parecer
no está segura-, que en 1845 la joven escritora, después de perder a su hija,
se convirtió en amante del general Narváez el cual en aquellos momentos
tonteaba paralelamente con Isabel II, la reina de España. El hecho de que
Gertrudis Gómez de Avellaneda fuera la “favorita de Narváez”, como escritora y
mujer pensante, abanderada de su época, no significó que hubiera mantenido una
relación sentimental con el general. Creemos que la señora Simón Palmer debe
replantearse sus puntos de vista y en lo adelante tener cautela con la
interpretación de ciertas historias contadas por Benito Hortelano2,
que fue un excelente tipógrafo, pero que tenía una lengua demasiado suelta,
caprichosa y hasta tergiversadora y nociva.
Realmente lo especulado hasta ahora por la señora Simón
Palmer -supuesta relación sentimental entre la Avellaneda y Narváez- no nos
preocupa en demasía. Lo que nos preocupa, ¡y mucho! es el hecho de sembrar la
duda en cuanto a los motivos reales del noviazgo de la poetisa con el Jefe
político de Madrid por aquellos días. María del Carmen Simón Palmer ha dicho en
Miami que la Avellaneda se casó con don Pedro Sabater Noverges3 para
recuperar la honestidad perdida por culpa del embarazo extramatrimonial que
tuvo meses antes, acallar las voces que se alzaban por su supuesta relación
amorosa con Narváez, recuperar su dignidad como señora de su clase social y
convertirse en respetable viuda futura, pues era conocedora de su siguiente e inmediato
estatus, debido a la terrible enfermedad que padecía su “víctima”. Imaginamos
que la investigadora tenga en su poder las pruebas fehacientes que demuestren
tan retorcidas e injuriosas acusaciones verbalizadas ante el desconcertado
público en el Cuban Research Center of Miami.
La tercera teoría respecto a la Avellaneda es aun más
enrevesada y ofensiva que las dos anteriores juntas porque encierra un supuesto
macabro plan avellanediano a muy largo plazo. Según la investigadora -honorable
miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas-, la famosa
correspondencia mantenida durante dieciséis años por Gertrudis Gómez de
Avellaneda con Ignacio de Cepeda y Alcalde, el “supuesto” amor de su vida,
“constituye una ficción conveniente”, o sea, se trata de una novela, una
especie de ficción epistolar en la cual su (la) protagonista, de manera
consciente y premeditada, pudo desarrollar un nuevo tipo de personaje como
"escritora" y a la vez dejar pruebas para la posteridad de que ella
no había sido nunca la amante del espadón Narváez. O sea, según María del
Carmen Simón Palmer, Gertrudis Gómez de Avellaneda se inventó una relación
epistolar con un señorito andaluz para disimilar su verdadero amor con otro
personaje de gran poder a mitad del siglo XIX, acto seguido se puso de acuerdo
con la futura viuda de Ignacio de Cepeda para cuando este muriera sesenta y un
años después, a principios del siglo XX, ella -la viuda-, las publicara ¡¿Y
todo esto para ganar notoriedad post-mortem y escamotear supuestos
devaneos amorosos de juventud?!
Pensamos que hay que tener una mente muy retorcida, solo por
llegar a pensar en los supuestos antes expresados.
¿Qué objetivos busca cumplir la señora investigadora del CISC
María del Carmen Simón Palmer con todo esto y por qué tanto empeño en destrozar
la imagen y distorsionar la vida y obra de una escritora del siglo XIX,
justamente cuando celebramos el bicentenario de su natalicio?
Nos gustaría terminar nuestro artículo informándole a la
señora investigadora, especialista en tanto examen negativo sobre Gertrudis
Gómez de Avellaneda que en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras4
se encuentran los originales de todas las cartas escritas por la poetisa, escritora,
dramaturga y periodista, dirigidas a Ignacio de Cepeda y Alcalde, guardadas
celosamente y que ella –Simón Palmer- pone abiertamente en entredicho, así como
algunas epístolas escritas por él y dirigidas a la poetisa, y que si lo desea
puede desplazarse allí, solicitar la carpeta donde se guardan las
cartas, leerlas todas y comprobar por ella misma, a pesar de estar ya
comprobadas y certificadas, su autenticidad y dejarse de tanta diatriba
absurda.
Manuel Lorenzo Abdala
http://www.ladivinatula.blogspot.com
(Si desea leer la primera parte de DETRACTORES AVELLANEDIANOS, pinche sobre el enlace).
Notas:
1.- He de confesar que este artículo me ha costado lo suyo, más de lo acostumbrado. Realmente he tenido que hacer un gran
esfuerzo mental para no caer en reproches personales.
2.- Para saber más sobre la Avellaneda en las memorias de
Benito Hortelano, consultar: http://ladivinatula.blogspot.com.es/2013/11/preludio-para-un-iluminado-bicentenario_12.html
3.- Para saber más sobre los pormenores de la relación de Pedro
Sabater con la Avellaneda, consultar:
4.- Para saber más sobre las cartas y la
autobiografía de 1839 escritas por la Avellaneda, consultar: http://www.academiasevillanadebuenasletras.org/
Señor Manuel:
ResponderEliminarAcabo de leer el nuevo artículo en que usted le defiende a la Avellaneda contra los alegatos "retorcidos" que lanzó la Sra. Simón Palmer en Miami. Me han interesado todos los comentarios sobre la vida y las obras de la poetisa que ha publicado por La Divina Tula, pero este artículo me agrada aún más por dos razones.
La primera es que responde directamente a la ponencia de la Sra. Simón Palmer. Como usted menciona con mucha razón las coordinadoras de la conferencia no nos ofrecieron la oportunidad después del discurso para reaccionar. Además, como "Avellanedista" muy joven yo no supe qué pensar, exactamente, con respeto al "supuesto macabro plan avellanediana" y tantos "hechos" feos e inesperados. Gracias por aclarar estos tres asuntos principales con lógica y pruebas tan buenas y juiciosas.
La segunda es que me revela la separación desagraciada que existe entre los lectores actuales e internacionales de la Avellaneda. En los EEUU, por ejemplo, hay mucha interés en la Avellaneda -- sobre todo en su Sab que a veces se lee en clases de "literatura americana" por sus tendencias antiesclavistas y anticolonialistas. No obstante, aún nuestros más prestigiosos profesores -- Doris Sommer, Gretchen Murphy, Rodrigo Lazo, entre entros -- dependen en los investigaciones que hacen españoles como usted y la Sra. Simón Palmer cuando interpretan la obra avellanediana en sus estudios. No sé qué harían estos estudiosos con la "historia real" que nos ha contado la Sra. Simón Palmer. He pensado mucho en este asunto durante los últimos diás porque he estado releyendo y escribiendo sobre la violencia que aparece en Espatolino.
Como siempre gracias por compartirle con nosotros sus comentarios en cuanto a la Avellaneda y por escribir este artículo que fue para usted un acto de amor.
Saludos, desde Austin, Texas, EEUU.