mayo 26, 2013

A MI JILGUERO

Madonna del cardellino (Virgen del jilguero) Rafael, 1507. Óleo sobre tabla 107 X 77 cm. Galería Uffizzi, Florencia.
 
A mi jilguero es la cuarta composición poética de Gertrudis Gómez de Avellaneda (tercera en suelo europeo), escrita en abril de 1837, cuando hacía un año de su llegada a La Coruña. La edición que presentamos hoy es la original (sin correcciones) tal y como le salió de las entrañas a la inspirada poetisa y plasmó a través de su fina y delicada pluma.
 
En una época de la vida en que los afectos del alma son tan intensos y se hallan tan unidos a los objetos que nos han rodeado desde la niñez, una joven de la sensibilidad de la Avellaneda había de sentir [sintió] profundamente la ausencia de su país y su estada donde se consideraba casi extranjera. "Ave canora del trópico, arrebatada de su dulce nido a los bosques del Norte de España, su existencia languidecía entre las nieves y la soledad, y en vano procuraba con trinos melodiosos suavizar sus penas y despertar la simpatía de la Naturaleza y los hombres" 1. De la melancolía que la afligía se hallan frecuentes alusiones en las poesías que entonces escribió; suave y halagüeña, por ejemplo, en sus versos A mi jilguero que hoy reproducimos en el blog. En esta composición, la Avellaneda habla del estado doloroso de su alma, de las condiciones opresivas en que vive. En A mi jilguero, "el pájaro representa alegóricamente, el sujeto femenino que está sometido al cautiverio y al silencio por las prácticas culturales que lo convierten en un objeto de deseo y de interpretación para los hombres" 2.
 
La redacción de La divina Tula quiere dedicar la edición de este poema a todos los emigrantes, peregrinos de mil banderas que sienten profundamente la ausencia de su país y su estada en otras tierras, cualesquiera que estas sean…
 
Manuel Lorenzo Abdala
 
 
 
 
 
 
A mi jilguero3

No así las lindas alas
Abatas jilguerillo
Desdeñando las galas
De su matiz sencillo.

 No así guardes cerrado
Ese tu ebúrneo pico,
De dulzuras colmado,
De consonancias rico.

 En tu jaula preciosa
¿Qué falta a tu recreo?
Mi mano cariñosa
Previene tu deseo:

 Festón de verdes hojas
Tu reja adorna y viste.
¡Mira que ya me enojas
Con tu silencio triste!

 No de ingrato presumas
Recobra tu contento,
Riza las leves plumas,
Da tus ecos al viento.

 Mas no me escucha,
Que tristemente
Gira doliente
Por su prisión.

 Troncha las hojas,
Pica la reja,
Luego se aleja
Con aflicción.

 Ni un solo trino
Su voz exhala,
Mas bate el ala
con languidez;
 Y tal parecen
Sus lindos ojos
En sus enojos
Llorar viudez.

 Ya conozco, infelice,
Tu pena punzadora…
¡Tu silencio la dice!
¡Mi corazón la llora!

 Cuando el dolor te oprime
Y cuando callas triste,
¿No echas de menos, dime,
La tierra en que naciste?
 
 ¿Y el prado lisonjero,
Y el bosque silencioso
Do ensayaste primero
Tu vuelo temeroso?

 ¿Y el árbol cuya rama
Meció tu blando nido;
Y el agua que derrama
Tu manantial querido,
 Donde a beber llegabas
Del lago cristalino,
Y a la sombra posabas
Del centenario pino?

 ¿No recuerdas la amena
Pradera, con sus flores,
De los cantares llena
De tus tiernos amores?

 ¿Y el séquito canoro
De lindos pajarillos,
Las espigas de oro
Robando de los trillos?

 ¡Por eso ya no canta
Tu pico enmudecido,
Que en desventura tanta
La voz es un gemido!

 Yo tu suerte deploro;
Y en triste simpatía
Cuando tu pena lloro
Lloro también la mía:

 Qué triste, cual tú vivo
Por siempre separada
De mi suelo nativo…
¡De mi Cuba adorada!

 No ya, jilguero mío,
Veré la fértil vega
Que el Tínima sombrío
Con sus cristales riega,

 Ni en las tardes serenas
Tras enriscados montes
Disipará mis penas
La voz de los sinsontes.

 Ni harán en mis oídos
Arrullo al blando sueño
Sus arroyos queridos
Con murmullo halagüeño.

 Ni verá el prado
Que vio otro día
La lozanía
De mi niñez.
 Los tardos pasos
Que marque incierta
Mi planta yerta
Por la vejez.

 Ni la campana
Dulce, sonora,
Que dio la hora
De mi natal,
 Sonará lenta
Y entristecida
De aquesta vida
Mi hora final.

 El sol de fuego,
La hermosa luna,
Mi dulce cuna,
Mi dulce hogar…
 ¡Todo lo pierdo,
Desventurada!
¡Ya destinada
Solo a llorar!

 Pues somos en desventura,
Pájaro infeliz, iguales,
Tú cantarás mi amargura,
Y lloraré yo tus males.

 Nacidos en triste estrella,
Unidos por el destino,
Trina al son de mi querella
La canción del peregrino.

 Mas tu mirar angustiado
En mí fijas con tristura,
Y tal parece que osado
Me atribuyes tu amargura.

 ¿No es igual mi cruda pena
A la que te agobia impía?
¿No nos une la cadena
De una tierna simpatía…?

 -«No, porque en extraña tierra
«Tus cariños te han seguido,
«Y allí la patria se encierra
«Do está el objeto querido.

 «De una madre el dulce seño
«Recibe tu acerbo llanto,
«Y yo, de consuelo ajeno,
«Solo lloro, y solo canto.

 «Eres libre, eres amada,
«Yo solitario, cautivo…
«Avecilla abandonada
«Para divertirte vivo!

 «¡Ah! no pues, mujer ingrata,
«No te compares conmigo…
«Tu compasión me maltrata,
«Y tu cariño maldigo»-

Esto me dicen tus ojos,
Esto tu silencio triste…
¡Ya comprendo tus enojos!
¡Ya jilguero, me venciste!

 Libertad y amor te falta:
¡Libertad y amor te doy!
¡Salta, pajarillo, salta,
Que no tu tirana soy!

 Salida franca
Ya tienes, mira,
Goza, respira,
Libre eres ya.
 Torna a tu campo,
Torna a tu nido,
Tu bien querido
Te espera allá.

 Mas no me olvides,
Y a mi ventana
Llega mañana
Saliendo el sol:
 Que yo te escuche
Solo un momento
Cantar contento
Tu dulce amor.

 Corriendo el llanto
Por mi mejilla,
Dulce avecilla,
Te envidiaré:

 Y el eco triste
De mis lamentos
Con tus acentos
Confundiré.

 Y luego, caro jilguero…
¿Mas dónde está…? Ya se lanza
Donde mi vista no alcanza,
Donde no llega mi voz:
 ¡Así me deja el ingrato
Sin escuchar mis acentos,
Y ya en alas de los vientos
Se precipita veloz!

 ¡Adiós, pajarillo hermoso!
¡Adiós ingrato querido!
Los bienes que habías perdido
Te restituye mi amor.
 ¡Así a mí quiera la suerte
Volverme en hora dichosa,
Mi Cuba dulce y hermosa
Y su cielo inspirador!
  
 
 

 
Copia del principio y final de la composición A mi jilguero según apareció publicada en POESIAS, páginas 9-15, 2ª edición. Madrid 1850 (Nótese la fecha al final de la composición)
 


Notas:

1-    Boxhorn, Emilia. Memorias inéditas de la Avellaneda: biografía, iconografía y cartas.  SGEL, Madrid 1929.Gertrudis Gómez de Avellaneda.

2-    Breve historia feminista de la literatura española: (en lengua castellana) pág. 49. Anthropos edit. 1998 y Editorial Rubí, Barcelona 1998, primera edición (Obra coordinada por Iris M. Zavala).

3-    Gómez de Avellaneda, Gertrudis. POESÍAS. Imprenta de Delgrás hermanos, Pretil de los consejos, Madrid 1850. PP. 9-15. (Poema copiado fielmente de su original primero, sin correcciones)


     

2 comentarios: