mayo 30, 2012

EL CACIQUE DE TURMEQUÉ (Capítulo II)

Mapa del territorio de la Nueva Granada en el siglo XVI, actualmente conocido como Colombia


El caquite de Turmequé (II)
Una leyenda colombiana

Por:
Gertrudis Gómez de Avellaneda

¿Correspondía a la hermosura exterior de la célebre e incomparablemente capitana Estrella la del alma que dentro se abrigaba...? Ciertamente no: carecía de exactitud en el reciocinio, de fijeza en las ideas y de profundidad en los afectos... Estrella, en nuestro concepto, no era una persona positivamente mala, sino que tenía -como otras muchas mujeres- la desgracia de haberse quedado incompleta...

mayo 28, 2012

EL CACIQUE DE TURMEQUÉ (capítulo I)


A la izquierda se puede apreciar un documento con la firma de don Diego de Torres, cacique de Turmequé, y a la derecha la de don Alonso de Silva, cacique de Tibasosa. Archivo Nacional, Caciques e Indios, Tomo 61, años 1571-1576.

El cacique de Turmequé (I)
Una leyenda colombiana

Por
Gertrudis Gómez de Avellaneda


Tan grandes habían llegado a ser los desordenes y abusos de la magistratura española en el reino de la Nueva Granada (actual Colombia) hacía el año 1579, que atravesando los mares el ruido del escándalo, resonó dentro de los muros del regio Alcázar, obligando a Felipe II a elegir, con premura, un visitador o juez de residencia, cuya honradez, integridad y energía pudieran detener los progresos de aquel mal, que amenazaba hacer para siempre odiosa, la administración de la madre patria en sus ricos dominios de vasto continente americano...


mayo 27, 2012

EL CACIQUE DE TURMEQUÉ (Un preámbulo necesario)

Recreación fotográfica del monumento al Cacique de Turmequé en el Departamento de Boyacá



EL CACIQUE DE TURMEQUÉ
Discreta polémica contemporánea alrededor de una leyenda escrita hace ciento cincuenta y dos años
Por:
Gertrudis Gómez de Avellaneda

Con el título ‘El levantamiento del cacique de Turmequé: ¿un conflicto por el control político del Nuevo Reino de Granada o una intriga de celos y adulterios en el siglo XVI?’, y el subtítulo de ‘Amor y pasión en la historia de Colombia…’ fue publicado recientemente en la “Revista Credencial” ed. 306, del 9 de mayo de 2012 un reportaje, realizado por el señor D. Jorge Augusto Gamboa M. del Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Y como era de suponer, me puse a su lectura minuciosamente porque mi nombre y calidad literaria se habían puesto en entredicho…
Una vez leído y analizado el referido artículo, y como en el mismo se me cuestionaba de alguna manera, me puse a la tarea de sacar del baúl de los recuerdos la leyenda que sobre el tema en cuestión publiqué a mediados del siglo XIX, y donde el amor y la pasión son los protagonistas de aquel conflicto histórico, de tamaña magnitud, y que quiero publicitar a los avezados lectores de mi blog para su entretenida lectura a partir de mañana lunes 28 de mayo de 2012…

Volviendo a la “Revista Credencial”, en el ‘excelente’ análisis del artículo, debo señalar que comparto con el señor D. Jorge Augusto Gamboa M. el hecho de que “las ideas que las personas tienen acerca de las causas de los conflictos que se presentan en la vida en comunidad son bastante cambiantes…” porque para eso existen los puntos de vista diferentes, a Dios gracias. Pero de ninguna manera puedo compartir el sentimiento de que la leyenda recreada por mí alrededor de aquella tradición colombiana, quedara reducida a algo más que un culebrón, culpabilizando yo de todo lo sucedido, a la lujuria que una mala mujer pudo encender en el corazón de un hombre y que le llevó a su total perdición…, precisamente en una región donde este ‘sutil’ género goza de tanta aceptación popular…
No obstante me gustaría agregar que mi leyenda fue un homenaje a la historia de los pueblos americanos, particularmente al del pueblo colombiano, escrito en la distancia de ciento cincuenta y dos años, y teniendo en cuenta que no era yo una historiadora, simplemente una poetisa, una dramaturga, una escritora…
Por lo demás recomiendo, sinceramente, el análisis histórico que hace el señor D. Jorge Augusto Gamboa y que los lectores pueden disfrutar en el enlace que aparece referido al final del artículo, sin olvidar el disfrute de mi leyenda que saldrá publicada hasta el diecinueve de junio próximos, dividida en doce entretenidos y hermosos capítulos, como ya hemos hecho de costumbre.

El cacique de Turmequé está dedicado, con amor y respeto, al pueblo colombiano.
Y como diría la señorita Maricusa Soto López, una de mis más fieles seguidoras: ¡Qué viva la literatura de cordel!

Queda vuestra, afectísima y siempre servidora







mayo 23, 2012

EL AURA BLANCA


Recreación fotográfica del "aura blanca" (La foto original data de principios del siglo XX)


El aura blanca: leyenda y tradición
En mayo de 1860 una extraña aura blanca (buitre cubano albino) apareció entre la bandada de auras que sobrevolaban el hospital de San Lázaro y la Quinta Simoni en la ciudad de Puerto Príncipe. En junio, el ejemplar fue expuesto en la Casa de Gobierno. Su captor había sido el doctor José Ramón Simoni Ricardo, director honorífico del hospital.
El pueblo camagüeyano creó la tradición y Gertrudis Gómez de Avellaneda, que casualmente visitó la ciudad por aquellos días, la inmortalizó con la conocida leyenda: Gozaba el religioso franciscano José de la Cruz Espí (1763 - 1838), el Padre Valencia, del cariño del pueblo principeño: brindaba servicios, mediaba en disputas y aconsejaba...
Un día decidió construir un lazareto y lo logró. Era aquel hospital el orgullo de la ciudad. Pero he aquí que murió, y llegó la escasez y el hambre para los míseros leprosos.
Cuentan que las "auras tiñosas" recorrían ya el abandonado huerto del hospital, en espera de los cuerpos de los famélicos enfermos.
De repente apareció un ejemplar albino de la especie. El "aura blanca" se dejó coger mansamente, y hasta dicen que parecía querer acariciar las llagadas manos de sus captores.
Al día siguiente todo Puerto Príncipe comentaba que el alma del Padre Valencia, tantas veces invocada en medio de los sufrimientos de los lazarinos, había bajado a ellos.
El interés general fue tal que se hizo una exposición pública del ave y se puso precio a la entrada. Lo recaudado se destinó a aliviar las perentorias necesidades del hospital. Con igual propósito fue paseada por el país...
El destino final del ave, desconocido por Gertrudis Gómez de Avellaneda, se recoge en este mismo post, al final de la leyenda.



EL AURA BLANCA



El destino final del ave:
Para incrementar la recaudación, el "aura blanca" fue rifada unos años después. Vendida finalmente para seguir obteniendo el dinero que tanto precisaba el hospital, llegó a la ciudad de Matanzas, y allí la adquirió —en perfecto estado de salud— el sabio naturalista Don Francisco Ximeno, para su zoológico personal. Cuatro años más vivió el extraño ejemplar albino, y a su muerte en 1864, se le practicó el trabajo de taxidermia. Ximeno la mantuvo entre los ejemplares de su colección hasta 1884, cuando la vendió al Museo de Historia Natural del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de la ciudad de Matanzas, donde se mantuvo durante casi un siglo, y luego en la librería "El Pensamiento".
El aura blanca se puede apreciar a día de hoy en el Museo Provincial de la Atenas de Cuba, en el Palacio de Junco. Este ejemplar albino de la especie Cathartes aura es uno de los exponentes más antiguos de Cuba.

mayo 21, 2012

LA BARONESA DE JOUX (El fantasma)

Escaleras que conducían a las antiguas mazmorras del castillo. A través de ellas se escucharon durante algún tiempo fantasmales lamentos hasta que un día cesaron finalmente.

La baronesa de Joux (VIII)
El fantasma

Con el octavo capítulo llegamos al final de la tan esperada novela, fundada en una tradición francesa del siglo XI...

La copia y reproducción de todos los capítulos, está basada, como ya hemos dicho anteriormente, en el original Obras literarias. Tomo 5, Novelas y leyendas, Madrid, 1871, (Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra)

Queda vuestra, afectísima y siempre servidora

Gertrudis Gómez de Avellaneda



Nota: A continuación se transcribe, en su idioma original, la historia de Berta de Joux que posiblemente Gertrudis Gómez de Avellaneda haya leído y en la cual se inspiró para escribir su conocida leyenda.
Esquisse historique, légendaire et descriptive de la ville de Pontarlier, du foro de Joux et des environs, Ed. Girod, imprimerie J.-C. Thomas, Pontarlier, 1857.


Berthe de Joux par Auguste Demesmay

Sur une roche aride
Qui jusque vers les cieux
Elève en pyramide
Son front chauve et brumeux,
S'élancent les tourelles
D'un gothique manoir.
Le pâtre, chaque soir,
Entend lui venir d'elles
Un cri de désespoir;
Il se trouble, s'arrête…
Puis en passant répète:

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

Berthe, avenante, fraîche et rose,
A peine comptait dix-sept ans;
Son père de sa main dispose
Pour Amaury. -Fleur des amants,
Honneur de la chevalerie,
Aux pieds de sa dame chérie
Le preux mettait un noble coeur;
Plus d'une dame en Séquanie
Eût perdu pour lui sa rigueur…
Et cependant Berthe soupire,
Et son oeil morne semble dire :

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

Brave Amaury, l'honneur t'appelle,
L'honneur, tyran du chevalier!
Prends pour combattre l'Infidèle,
Ta lance et ton heaume d'acier.
Ses adieux à sa noble dame,
Ce sont mots échappés de l'âme,
Longs serments et soupirs d'amour.
La valeur le presse et l'enflamme,
Il part…Et du haut de la tour,
Le voyant traverser la plaine,
Berthe répète dans sa peine:

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

Depuis Quatre ans durait l'absence;
Mais voici qu'un beau soir d'été,
Un chevalier blessé s'avance,
Demandant l'hospitalité.
Devant ses pas le pont s'abaisse,
Le nain l'annonce à la comtesse;
Elle paraît à son balcon:
-"Entrez, ami de ma jeunesse,
Entrez, Amé de Montfaucon;
De mon seigneur toujours fidèle
M'apportez-vous vuelque nouvelle?.."

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

De l'époux toute une semaine,
On s'occupe, on devise bien;
Et pui l'on s'aperçoit à peine
Qu'on l'oubliait dans l'entretien.
L'amour! l'amour partout se glisse;
La solitude est sa complice,
Et le absents, ce sont des morts.
Berthe, hélas! tombe au précipice
Sans l'avoir mesuré des bords.
Oubliant l'époux qui guerroie
Les deux amants sont dans la joie…

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

Mais revenant de Terre-Sainte,
De Joux, plein de gloire et d'amour
De son manoir franchit l'enceinte,
Rêvant les baisers du retour.
Devers la chambre nuptiale
Il court… O surprise infernale!
Berthe est dans les bras d'un amant :
-"Mort-Dieu, dit-il, l'heure est fatale!" -
Au coeur du jeune homme expirant
Trois fois il plonge son épée;
Berthe de son sang est trempée…

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

-"Et toi, femme que je méprise,
Pour ton malheur vivras longtemps;
Va, ne crains pas que je te brise;
Veux m'éjouir à tes tourments!"-
Par son ordre aussitôt l'on taille
Une cellule en la muraille;
On y met grilles et verroux;
La malheureuse sur la paille
A peine y tient sur ses genoux:
-"Là, tu pairas ta perfidie…
Là pour toujours, là pour la vie!"-

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

Pour mettre comble à sa vengeance,
Montrant le corps de Montfaucon:
"Or çà, dit-il, qu'à la potence
On le pende comme un larron.
Qu'aux rochers de la FAUCONNIERE
Haut et court, entre ciel et terre,
Ce beau muguet pourrissant au vent.
Vois-tu là-bas, ma prisonnière,
Ton Montfaucon, ton bel amant?
Vainement ton regard l'évite;
Il est là, t'appelle et s'agite…

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

De chagrin, de faim, de froidure,
Elle est morte plus qu'à moitié:
L'époux qu'on trompe a l'âme dure;
Amaury reste sans pitié.
En vain, comme une mendiante,
Pâle, inclinée et suppliante,
Elle implore un noble pardon;
Il écoute la patiente
Avec un rire de démon:
-"Là tu pairas ta perfidie…
Là, répond-il, là pour la vie!"

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux.

Pendant dix ans la misérable
Fut nuit et jour en oraison;
Son bourreau, toujours intraitable,
La laissa mourir en prison.
La pauvre femme échevelée,
D'une voix morte et désolée,
Répétait encor son refrain.
Même aujourd'hui dans la vallée,
Le soir, comme un écho lointain,
Tombe des rochers de la Cluse
Le dernier cri de la recluse:

Priez, vassaux, priez à deux genoux,
Priez Dieu pour Berthe de Joux."
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Para consultar capítulos anteriores, clique sobre el título del mismo:

Capítulo I. Amauri
Capítulo II. Berta y Aimer
Capítulo IV. El trovador peregrino
Capítulo VI El encuentro



mayo 19, 2012

LA BARONESA DE JOUX (Regreso de Amauri a su castillo)


La baronesa de Joux (VII)
El regreso de Amauri a su castillo

La novela va llegando, penosamente, a su final. Hoy ofrezco el penúltimo capítulo en el cual, el barón de Joux, se presenta ante su esposa para cumplir, supuestamente, los más secretos y ardientes votos ¡Pero todo se torna muy distinto! El bárbaro esposo guarda una horrible carcajada triunfal...

Queda vuestra, afectísima y siempre servidora

Gertrudis Gómez de Avellaneda





Para consultar capítulos anteriores, clique sobre el título del mismo:

Capítulo I. Amauri
Capítulo II. Berta y Aimer
Capítulo IV. El trovador peregrino
Capítulo VI El encuentro


mayo 17, 2012

LA BARONESA DE JOUX (El encuentro)

Estado actual de uno de los torreones del Castillo de Joux


La baronesa de Joux (VI)
El encuentro.
Amauri de Joux, precedido por la fama -y a pesar de las derrotas sufridas-, torna a su doméstico hogar a orillas del Jura. Pero antes de llegar al castillo, se le aparece Lotario, el antiguo sirviente de su padre. El viejo recadero, maldecido por Dios, se siente culpable de haber conducido a la cámara nupcial al indigno caballero que iba empero a mancillarla...

 
Queda vuestra, afectísima y siempre servidora


Gertrudis Gómez de Avellaneda




Para consultar capítulos anteriores, clique sobre el título del mismo:


Capítulo I. Amauri
Capítulo II. Berta y Aimer
Capítulo IV. El trovador peregrino

mayo 15, 2012

LA BARONESA DE JOUX (Dos almas que se iban y retroceden)

Foto de uno de los pasillos interiores del castillo de Joux que lleva a las diferentes cámaras


La baronesa de Joux (V)
Dos almas que se iban y retroceden

La copia y reproducción del mencionado capítulo V de la novela, así como el de los anteriores, está basado, como ya hemos dicho anteriormente, en el original de Obras literarias. Tomo 5, Novelas y leyendas, Madrid, 1871, (Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra)

Queda vuestra, afectísima y siempre servidora


Gertrudis Gómez de Avellaneda


 
Para consultar capítulos anteriores, clique sobre el título del mismo:

Capítulo I. Amauri
Capítulo II. Berta y Aimer
Capítulo IV. El trovador peregrino

mayo 13, 2012

LA BARONESA DE JOUX (El trovador peregrino)

Uno de los patios interiores del castillo, escenario de la famosa novela La baronesa de Joux

La baronesa de Joux (IV)
El trovador peregrino
La repentina muerte del barón de Montfaucon, aceleró el regreso desde Palestina de su hijo Aimer. Berta de Luneville, convertida en baronesa de Joux desde hace algún tiempo, se consume en sus aposentos del castillo, aquejada de una desconocida y rara enfermedad, mientras su esposo Amauri, el barón de Joux, libra sangrientas batallas en Palestina... De repente se presenta un trovador peregrino y la baronesa escucha las historias que cuenta...



Continuará  



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Capítulo I. Amauri
Capítulo II. Berta y Aimer