diciembre 29, 2013

PRELUDIO PARA UN ILUMINADO BICENTENARIO (XVIII)

Vista actual de La Solitude.
29, route de la Solitude. 33650-Martillac, France. Tel. (33) 0556727255

 
La Solitude, Martillac.


Martillac es una población y comuna francesa, situada en la región de Aquitania en el departamento de Gironda, distrito de Burdeos y cantón de la Brède.

Muy cerca de Martillac, en un lugar tranquilo y apacible, muy propicio para la curación, la reflexión y la oración, antaño había una aldea conocida como “El viñedo de la parte superior”. Allí se instaló en 1820 el padre Pierre Bienvenu Noailles junto a otras hermanas y creó lo que se conoce desde 1831 como el centro espiritual La Solitude. Desde entonces el centro ha cambiado de aspecto, pero la esencia se mantiene inalterable.

Como ya sabemos, doña Gertrudis Gómez de Avellaneda, pasó allí una temporada invitada por el padre fundador, Pierre Bienvenu Noailles (1). Durante su estancia en aquella villa bordelesa, tan llena de paz y de tranquilidad absoluta, compuso dos bellas elegías dedicadas a su difunto marido, obras que fueron publicadas por vez primera en su obra Poesías de 1850. Esto lo dijimos ya el 13 de diciembre pasado. También anunciamos entonces que el día 27 publicaríamos en nuestro blog, como colofón al año 2013 y a la serie de artículos “PRELUDIOS PARA UN ILUMINADO BICENTENARIO", las dos poesías compuestas en tan ilustre centro, dedicadas a su difunto esposo y que considerábamos llenas de amor y de un altísimo valor poético. Estas dos composiciones fueron el preludio de su gran y famoso Devocionario Cristiano en prosa y en verso, el más importante y completo en lengua castellana jamás escrito.

Por razones ajenas a nuestra voluntad nos hemos retrasado dos días en su publicación ¿Pero que representan cuarenta y ocho horas frente a doscientos años de existencia…?

Nada.

Nunca será tarde para difundir la vida y obra de la gran poetisa, novelista y dramaturga Gertrudis Gómez de Avellaneda, conocida por sus contemporáneos como La divina Tula. Por eso hoy publicamos las elegías compuestas en medio de los bellos jardines de La Solitude, aquel marco tan apacible y tranquilo donde la Avellaneda se retiró durante los meses de agosto y septiembre de 1846 tras la muerte de su marido, Don Pedro Sabater en la ciudad de Burdeos. Curiosamente, en aquel mismo lugar, dos décadas antes, el padre Pierre Bienvenu Noailles, su anfitrión, había escrito las Reglas de la Sagrada Familia. Coincidencias del destino.

Durante sus largas conversaciones que mantuvo con el padre Noailles, sus oraciones y diarios paseos por la isla de Todas las Gracias, así como sus excursiones al Castillo de la Brède, la Avellaneda encontró la paz espiritual que tanto necesitaba en aquellos difíciles momentos que atravesaba. Después de dos meses repuso fuerzas y, cargada de amor y paz, regresó finalmente a Madrid el 26 de septiembre de 1846 con unos sencillos regalos de culto que el propio padre Noailles le entregó para las hermanas de Nuestra Señora de Loreto de la capital española.

La Solitude, a día de hoy, es el centro espiritual por excelencia de las comunidades de la Sagrada Familia de Burdeos. Un lugar donde es posible encontrar la paz y donde el visitante recibe atención y apoyo personal.

A lo largo de los últimos doscientos años el centro ha sido renovado varias veces. Actualmente está adaptado para personas discapacitadas contando con dos amplios ascensores. La nueva instalación posee 39 habitaciones, 11 de ellas dobles, pudiendo albergar hasta sesenta personas a la vez. Todas las habitaciones tienen teléfono y hay conexión a Internet. En todos los pisos hay lavandería a disposición de los visitantes.

En La Solitude hay además una gran sala de conferencias, equipada totalmente para traducción simultánea con cuatro cabinas y tres salas de trabajos independientes. Dispone de capilla-oratorio y grandes espacios para la creatividad. Es posible además consultar amplios e interesantes volúmenes en su gran biblioteca.

Un lugar de ensueños donde, evidentemente, recibirán al visitante con los brazos y el corazón abiertos.

Manuel Lorenzo Abdala
 


Cita:
(1)           Pierre-Bienvenu Noaille fue un hombre seducido por Dios que, a los veinte años, descubre la inmensa profundidad de la misericordia divina. Nacido en Burdeos, en plena Revolución francesa (1793), crece en una familia numerosa y unida. Es un joven brillante, que triunfa en todo cuanto emprende, y que puede aspirar a una brillante carrera. Pero, llega un momento en el que Dios hace irrupción en su vida y un destino insospechado se abre ante él, tomando la firme decisión de hacer de Dios el centro de su vida.
Ingresa en un seminario y allí vive fielmente la llamada a la santidad que ha recibido desde el bautismo. Y poco a poco, descubre los aspectos fundamentales de su identidad cristiana, que se resumen en una frase: "Buscar a Solo Dios en todas las cosas, como Jesús, María y José”.
Fiel a la inspiración divina, concibe el proyecto de una Sociedad, amplia y abierta, en cuyo seno tendrán cabida hombres y mujeres de toda condición y con vocaciones diferentes en la Iglesia: religiosas apostólicas y contemplativas, mujeres consagradas seculares, personas casadas y solteras, jóvenes, sacerdotes… Con un fuerte compromiso en la evangelización del mundo, se consagrarán a imitar la vida de la Sagrada Familia. Mediante una profunda unión en su diversidad, los diferentes miembros proclamarán con su vida que "la comunión es posible" y que la Iglesia está llamada a anunciar y a construir la gran Familia de los hijos e hijas de Dios, en Jesucristo.
Ordenado sacerdote el 5 de junio de 1819, en París, el P. Noailles vuelve a Burdeos, donde comienza su ministerio en la parroquia de santa Eulalia. Su celo apostólico, su amor a los pobres, sus cualidades de discernimiento, su profunda experiencia de Dios hacen de él un verdadero pastor. Comienza el Catecismo de Perseverancia, en el que reúne numerosos grupos de jóvenes y de personas adultas. El proyecto de vida que propone a quienes desean participar en su obra es siempre el mismo: vivir imitando las virtudes de la Sagrada Familia, de acuerdo con la vocación, las necesidades y la situación propia. La vasta Asociación, concebida desde el Seminario, se concreta el 20 de mayo de 1820, cuando, abierto a la voluntad de Dios y animado por su Arzobispo, reúne en comunidad a tres jóvenes que se sienten llamadas a consagrarse al Señor y a responder a las necesidades de su tiempo, en este nuevo camino que se les ofrece. Comienza el largo y doloroso proceso en el que la diminuta semilla se convertirá en un árbol frondoso.
Una gracia extraordinaria viene a fortalecer la confianza de la pequeña y pobre comunidad. El 3 de febrero de 1822 [¡Veinticuatro años antes de ser sepultado Pedro Sabater!], y durante la bendición con el Santísimo Sacramento en la capilla de las religiosas, el Señor se muestra visiblemente en la custodia, se deja contemplar por toda la asamblea a la que bendice con un gesto de extraordinaria bondad. Este acontecimiento será debidamente confirmado por las autoridades eclesiásticas dado que, los testimonios de los numerosos testigos, son dignos de confianza y sin asomo de contradicción. Es el punto de partida para un rápido desarrollo de la obra del P. Noailles. Las ramas religiosa, laica y sacerdotal se afianzan y se consolidan.
Durante 40 años, en medio de toda clase de vicisitudes, el P. Noailles estará al frente de la Sagrada Familia, como Fundador y Padre espiritual. Es el tiempo de perfilar y consolidar la obra iniciada, de redactar Estatutos y Reglas, de velar cuidadosamente por la formación de los miembros. Su profunda espiritualidad, su sabia dirección y la solidez de sus principios son de un valor inestimable para mantener el rumbo de la Sagrada Familia, en medio de una sociedad inestable y problemática. En una época en que el papel de la mujer carece de relevancia en la sociedad francesa, el P. Noailles sabrá rodearse de mujeres de extraordinaria calidad, laicas y religiosas, a las que confía importantes responsabilidades y que serán sus fieles, prudentes y audaces colaboradoras en todo cuanto emprenda.
A su muerte, el 8 de febrero de 1861, la Sagrada Familia no será la única en llorar su pérdida. Toda una corriente de simpatía, de amistad, de veneración invade la ciudad de Burdeos. Un impresionante cortejo de personas de toda clase y condición acompañó el féretro hasta la Catedral, donde tuvieron lugar las solemnes exequias. A la tristeza de perder un amigo, un padre, un fiel consejero se mezclaba el sentimiento gozoso de descubrir un santo.
Bibliografía:
Gómez de Avellaneda, Gertrudis. Poesías. Imprenta de Delgrás Hermanos. Madrid 1850. Pp. 260-264
Boxhorn, Emilia. Gertrudis Gómez de Avellaneda. Biografía, bibliografía e iconografía. Cartas… y sus Memorias. Madrid, SGEL 1929.

diciembre 19, 2013

PRELUDIO PARA UN ILUMINADO BICENTENARIO (XVII)

Convento de los Capuchinos del Prado de Madrid. En estas instalaciones, y durante una temporada, estuvo ubicado el Colegio de Nuestra Señora de Loreto.
 

El colegio de Nuestra Señora de Loreto y Gertrudis Gómez de Avellaneda.


El 25 de diciembre, dentro de escasos días, celebraremos la Navidad. En la redacción de La divina Tula creemos que es el momento oportuno para hablar sobre una cuestión de la cual se ha estudiado muy poco: Se trata de la vinculación directa que existió entre Gertrudis Gómez de Avellaneda y el Colegio de Nuestra Señora de Loreto, asunto que cuando se ha tratado, ha sido para confundir congregaciones y órdenes religiosas.

Hoy nos proponemos explicar, brevemente, el vínculo directo que unió a la poetisa con el mencionado e histórico Colegio madrileño que hoy está situado en la calle del Príncipe de Vergara.

Como ya explicamos en el post anterior, la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos, fue creada por el padre Pierre Bienvenu Noailles en 1820. Al poco de fundada, sus devotas y precursor se establecieron definitivamente en La Solitude, una vieja mansión en los alrededores de la campiña de Martillac, pintoresca localidad entre La Brède y la ciudad de Burdeos de donde era oriundo el padre Noailles.

Cuando la Congregación de la Sagrada Familia se consolidó en La Solitude, su fundador decidió expandir la acción apostólica por España y establecer en el país una obra educativa. El padre Noailles nombró para esta empresa a su mano derecha la madre Bonnat.

En noviembre de 1843 la madre Bonnat llegó a Madrid acompañada por otra hermana con el objetivo de abrir un centro educativo para señoritas. Los comienzos fueron muy difíciles pero salieron adelante gracias a la ayuda de varias señoras, entre las que cabría destacar, a la ilustre dama Doña Francisca Arteaga de Escalada, la madre de Gertrudis Gómez de Avellaneda, y a la propia poetisa.

Tres meses después, el 2 de febrero de 1844 la madre Bonnat y la otra hermana se establecieron en un piso de la calle del Barquillo, y acompañadas por otras cuatro religiosas dieron apertura a un “Pensionado-Externado” de señoritas conocido como el primer colegio de Nuestra Señora de Loreto. La recién fundada comunidad comenzó con dos niñas y en muy poco tiempo tuvieron 12 internas y cierto número de externas, aunque muy pronto se vieron obligadas a abandonar la casa por culpa de algunos vecinos intransigentes.

La señora Arteaga de Escalada, madre de la Avellaneda, les habló del antiguo convento de los Capuchinos del Prado (1), abandonado desde hacía algún tiempo, y llevó a las monjas a tratar con su propietaria, la duquesa de Medinaceli que era muy amiga suya. La duquesa con una sólida formación y convicción religiosa, se adhirió al proyecto inmediatamente, cediendo las instalaciones de su propiedad para el colegio. Después de solventar las crudas dificultades con el clero español de entonces, el antiguo convento se convertiría en el Colegio de señoritas de Nuestra Señora de Loreto (2) de Madrid, alcanzando en muy poco tiempo un altísimo prestigio. El principal cuidado de su directora, la madre Bonnat, era la educación moral de las pupilas. Algunas de las materias tratadas entonces eran la educación simultánea en español y francés, labor en la que colaboró la propia Gertrudis Gómez de Avellaneda y su señora madre, así como la duquesa de Medinaceli. Gracias a la colaboración de las señoras antes mencionadas la madre Bonnat estableció importantes contactos con la nobleza y la alta sociedad madrileña.

Esta es la vinculación directa de Gertrudis Gómez de Avellaneda con el Colegio de nuestra Señora de Loreto de Madrid. Por esa razón, igualmente, el padre Noailles, se tomó especial atención cuando la poetisa quedó viuda en Burdeos, invitándola a pasar unos días en su sede de La Solitude en Martillac, y envió con ella cuando regresó a Madrid, algunos regalos de culto para el mencionado colegio. “Ha llegado á esta corte la célebre poetisa doña Gertrudis Gómez de Avellaneda de Sabater, que después de la desgraciada muerte de su esposo ha permanecido en Burdeos (…)” decía El Heraldo el 26 de septiembre de 1846 entre sus páginas y agregaba:

(…) hasta que algún tanto repuesta del abatimiento y mal estado á que la redujo el dolor de tan terrible golpe, ha podido, emprender su viaje para Madrid, Ha traído como regalo para las señoras del colegio de Loreto en esta corte algunos objetos de culto que las remiten las religiosas Ursulinas de Burdeos [he aquí un grave error que se repite. No eran las Ursulinas, se trataba de La Sagrada Familia de Burdeos], en cuya compañía ha buscado el consuelo la poetisa española en los amargos días de su infortunio.

Creemos fehacientemente que el actual Colegio de Nuestra Señora de Loreto de Madrid, así como el resto de Instituciones y colegios dependientes de la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos se unirán a los actos por el bicentenario de la gran poetisa, dramaturga y novelista cuya celebración tendrán lugar durante todo el venidero año de 2014.

Y ya que estamos en fechas navideñas nos gustaría concluir el post de hoy con un bellísimo soneto que da término al famoso Devocionario cristiano, una de las más famosas obras de la Avellaneda. A primera vista esta obra pudiera parecer un pretexto para configurar una especie de antología personal de la poesía religiosa de la poetisa, pero no. Su alcance fue muchísimo mayor entonces, y también ahora. Gertrudis Gómez de Avellaneda se convirtió en especialista de oración, como en el pasado lo fueron Santa Teresa de Jesús o Juan de Ávila.


El nombre de Jesús

Es grata al caminante en noche fría
La alegre llama del hogar caliente:
Grata al que corre bajo sol ardiente
La fresca sombra de arboleda umbría:

Grato, como dulcísima armonía,
Para el sediento el ruido de la fuente,
Y grato respirar en libre ambiente
Para quien sale de mazmorra impía.

Es grata, en fin, la lluvia al campesino,
Grata al guerrero belicosa fama
Y grato el natal suelo al peregrino:

Pero más que aire, sombra, fuente, llama,
Lluvia, patria, laurel, ¡Jesús divino!,
Tu nombre es grato al corazón que te ama.


Continuará…

 
Manuel Lorenzo Abdala

 

citas:


(1)   El convento de los Capuchinos de Madrid fue fundado en 1609 por Francisco Gómez de Sandoval -duque de Lerma y valido de Felipe III-, bajo la advocación de San Antonio de Padua. No obstante, durante su historia fue más conocido por el nombre de los Capuchinos del Prado, por albergar a religiosos de dicha orden, quienes tomaron posesión del convento el doce de noviembre de 1609, dando la primera misa el Nuncio Antonio Carrafa, a la cual asistió el rey Felipe III.

El convento estaba situado en la calle del Prado, junto a la casa del propio duque, quien además fue el primer patrón del convento. Posteriormente, el patronato pasó a los duques de Medinaceli.
Del edificio destacaba su iglesia, concluida en 1716 y levantada sobre una planta de cruz latina con crucero y cúpula. En el exterior, la fachada principal estaba precedida de una lonja desde la que se accedía a la puerta principal por una escalerilla. Sobre la portada, sencilla, destacaba una estatua de San Antonio de Padua con el Niño en brazos.

Desamortizado el convento en 1836, quedó únicamente en funcionamiento su iglesia, aunque durante algunos años (1844-1849) fue ocupado por el Colegio de Nuestra Señora de Loreto. El convento y su iglesia fueron derribados a finales de 1890.


(2)   La Institución religiosa del Colegio Nuestra Señora de Loreto es la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos (erróneamente conocidas como Las Ursulinas por ser éstas monjas las primeras en establecer colegios para señoritas en Madrid, aunque nada tuvieran que ver entre sí). El Colegio inicial permaneció durante algún tiempo en el antiguo convento de los capuchinos y tras su derribo en 1890, ocuparon dos casas en el Paseo del Prado, donde permanecieron hasta pasar en 1891 al edificio actual de Príncipe de Vergara, como internado de señoritas.

 

Bibliografía consultada:







El Heraldo, El Católico, El Espectador, La Esperanza, El Español, El Popular, El Católico, El Clamor público y Eco del comercio (Prensa histórica madrileña)

…y otros medios no revelados

diciembre 13, 2013

PRELUDIO PARA UN ILUMINADO BICENTENARIO (XVI)

Entrada principal del Cementerio La Chartreuse, Burdeos.

El entierro y el funeral de D. Pedro Sabater.
Nuevos datos históricos.

En 1836, cuando Gertrudis Gómez de Avellaneda estuvo de paso por la ciudad de Burdeos, no imaginó que diez años más tarde inhumaría (en el mismo cementerio que ella visitara y describiera en sus Memorias de 1838), los restos mortales de su primer esposo. En las citadas Memorias de 1838, que dedicó a su prima Eloísa, podemos leer:


Me falta aún decirte una palabra sobre otra visita que hice en Bordeaux. ¿Adivinarás a quién?... Al cementerio. Sí, Eloísa; pero el cementerio de Bordeaux ha despojado a la muerte de su asquerosidad y horror. Calles de flores, limpias y simétricas, conducen a los sepulcros de mármol, bellos y suntuosos, que más bien adornan que entristecen aquel lugar. Sombreados aquellos monumentos de la muerte por sauces y abetos, y regados de rosas y siemprevivas, nada presentan de horrible o repugnante. En medio del aroma que embalsama aquel ambiente, parece que los muertos deben dormir con un sueño más dulce, y que tiene algo de vago y poético la espantosa evidencia de la nada.
 
A partir de entonces la Avellaneda sintió predilección por los cementerios, una de las tantas características que la situó definitivamente como una la gran romántica que fue. Varias composiciones suyas están estrechamente relacionadas con imágenes que tienen como escenario a los camposantos, y la muerte, como no podría ser de otra manera, fue tema recurrente en su obra toda.
 
Pero volvamos al fatídico 1 de agosto de 1846, día en que falleció el jefe político de Madrid, esposo de la ilustrada poetisa.
 
La noticia de la muerte de Don Pedro Sabater, fue publicada por varios periódicos tanto españoles como franceses. Y gracias a la multitud de noticias encontradas en esos periódicos podemos hacer un bosquejo fiel del funeral y del entierro. Algunos medios sentían profundamente la pérdida del joven. Pero otros, como es el caso de El Clamor público (enemigo acérrimo del Jefe político de Madrid) llegó a burlarse de lo acontecido en los términos siguientes (transcribimos textualmente, respetando la ortografía de publicación original).
 
PARTE  TELEGRAFICO,
Torre del vijia del puerto de la situación a los ocho días del mes de agosto del tercer año del imperio de la COSA-RARA, estando el SOL en Capricornio y SAN FRANCISCO XAVIER cantando un responso por el ánima de D. PEDRO SABATER, que gloria haya, pues murió el dia 1º en Burdeos sin decir hoste ni moste, como lo acredita el documento que sigue:
BOUDEAUX LE 2 AOUX 1846.
Mr. Torroba.
Vous etés prié de la part de S. Exc. Mad. Gertrudis Gómez Avellaneda du Sabater, et de Mr. le consul d' Espagne, de leur faire l’honner  d'asister le 3 du courant dans l’ Eglise de San Pierre, aux  obséques de feu Mr  Sabater chef politique de Madrid.
On se rassemblera á 7 3/4 heurs du matin a l’hotel d’Angouléme d’eu le convoi funébre partira á 8 heurs tres précises.
Un de Profundis s' il vous plait.
 
Huelgan los comentarios…
 
Inmediatamente después de certificar la muerte de Don Pedro Sabater, el propio cónsul español en Burdeos, el Excmo. Señor conde de Montemolín(1) (pretendiente al trono de España como Carlos VI de Borbón) se haría cargo y responsable de todo el funeral. El 11 de agosto, ocho días después del entierro, el periódico La Esperanza publicaba un comunicado anónimo (Tenemos sospechas de la autoría de dicho comunicado, pero aún no lo hemos confirmado), cuyo sorpresivo texto por su grandísima importancia histórica, reproduce para sus lectores, íntegramente, el blog La divina Tula (Nunca antes se había publicado, ni siquiera mencionado el hecho).
 
Señores redactores de la ESPERANZA.
  Muy señores mios: En este instante acabo de Llegar á mi casa de acompañar, hasta el Campo Santo, los restos del señor Sabater, cuya temprana muerte le ha ocurrido en esta población.
  ¡Que de consideraciones se han atropellado á mi angustiada imaginación, al observar que tanto en sus postrimeros instantes, como en el séquito fúnebre, y en las sagradas honras celebradas en la parroquia de San Pedro, lo componía todo el partido del conde de Montemolín!... Bien complacido debe haber quedado este señor cónsul, que con la joven viuda, es el que ha convidado y hacía el duelo por haberse visto rodeado de un número no pequeño de notabilidades qué algunos tal vez creerán sus enemigos. No: todos estos dignos españoles desean llegue el dia de la reconciliación general.
  La ilustrada viuda del señor Sabater, podrá decir de quienes ha recibido mayores consuelos en el trance en que más se manifiesta la caridad cristiana.
Esta es una lección que todos debemos aprender para desnudarnos de las pasiones, y hacer la felicidad de esa patria tan destrozada por bastardas ambiciones.
  Si Vds. creen estas líneas dignas de ocupar un lugar en su apreciable periódico para llamar mas y mas la atención del público sobre este triste acontecimiento que la sabia Providencia ha dispuesto; se lo agradecerá S.S.S. = Q.L.B.S.M.= Un AMANTE DE LA PAZ.
Burdeos 3 de agosto de 1846.
 
Retiro a La Solitude de Martillac.
La misma mañana del 3 de agosto de 1846, y posterior al sepelio efectuado en el famoso cementerio de la Chartreuse de Burdeos, el padre Pierre-Bienvenu Noailles(2), presente durante las exequias del difunto Sabater, invitó a la joven viuda a pasar unos días en su santuario de La Solitude(3). El silencio y espiritualidad del aquel hermoso lugar eran muy propicios para la paz que la poetisa necesitaba en aquellos tristes momentos. Y por ese motivo, principalmente, él creyó oportuno invitar a la Avellaneda a pasar una temporada en el “santuario” donde su congregación tenía la sede.
 
Desde la primera mitad del siglo XIX hasta nuestros días La Solitude (Soledad en castellano) ha vivido muchos cambios. Pero este lugar siempre se ha mantenido para las hermanas de la Sagrada Familia y para todos aquellos que se inspiran en su gran espiritualidad.
 
La Solitude, Martillac (Sede de la Congregación de La Sagrada familia de Burdeos)
 
 
En 1836 durante su estancia en Burdeos, la Avellaneda había pasado por Martillac, localidad donde se ubica La Solitude. Fue en un viaje que realizó al Castillo de La Brède(4), su adorado templo personal. La poetisa, recién convertida en viuda, no dudó un solo instante en aceptar la propuesta del padre Noailles por ésta, por otras razones y otras tantas coincidencias, un tanto ¡místicas…!
 
En 1844, Gertrudis Gómez de Avellaneda, había conocido a la madre Bonnat en Madrid. La religiosa fue la mano derecha del padre Noailles hasta hacía muy poco tiempo. Se sabe que la madre Bonnat, de la Sagrada Familia de Burdeos, fue la fundadora del Colegio de Nuestra Señora de Loreto en Madrid, colegio con el cual la Avellaneda estaba muy vinculada(5). Demasiadas coincidencias (aparte de las místicas) obligaron a la poetisa aceptar aquella invitación. Y por eso, y con la aprobación unánime de todos sus amigos, así como por una decisión propia, se retiró a aquel paraje idílico (que elevaría su espiritualidad a rasgos insospechados) durante mes y medio para reponer fuerzas por la tremenda pérdida sufrida.
 
Se ha dicho reiteradamente que la Avellaneda entró a un convento de Burdeos como monja, pero esto no es cierto. La culpa de tan errónea afirmación la tuvo el periódico El Espectador que en su afán sensacionalista el día 25 de agosto de 1846, publicó la siguiente nota sin comprobar su veracidad:
 
Se dice como positivo que ha entrado monja!!! en Burdeos en la orden de San Vicente de Paul, nuestra celebre poetisa la Sra. Gómez de Avellaneda, debido sin duda al profundo sentimiento que ha causado en la misma la prematura muerte de su esposo el Sr. Sabater, jefe político que era de Madrid.
 
Y esto, evidentemente, ha confundido a muchos investigadores e historiadores durante casi ciento setenta años. Es cierto, y comprobado está, que Gertrudis Gómez de Avellaneda se retiró un tiempo (solo durante mes y medio) a La Solitude, sede de la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos (y no a la orden de San Vicente de Paul como dijo El Espectador entonces). Pero no lo hizo para convertirse en monja. Allí, gracias a los cuidados de las hermanas, del propio padre Pierre-Bienvenu Noailles y de la tremenda espiritualidad del lugar, pudo reponer fuerzas y regresar a España en los últimos días de de septiembre.
 
Cuando estuvo lista para emprender el comentado viaje de regreso, se trajo de la Congregación de La Sagrada Familia de Burdeos, unos regalos de culto que personalmente enviaba el padre Pierre-Bienvenu Noailles para el Colegio de Nuestra Señora de Loreto de Madrid. Al respecto el periódico El Heraldo, en su edición del 26 de septiembre de 1846, decía:
 
Ha llegado á esta corte la célebre poetisa doña Gertrudis Gómez de Avellaneda de Sabater, que después de la desgraciada muerte de su esposo ha permanecido en Burdeos, hasta que algún tanto repuesta del abatimiento y mal estado á que la redujo el dolor de tan terrible golpe, ha podido, emprender su viaje para Madrid, Ha traído como regalo para las señoras del colegio de Loreto en esta corte algunos objetos de culto que las remiten las religiosas Ursulinas de Burdeos [he aquí un grave error que se repite. No eran las Ursulinas, se trataba de La Sagrada Familia de Burdeos], en cuya compañía ha buscado el consuelo la poetisa española en los amargos días de su infortunio.
 
Durante su estancia en aquella villa bordelesa, tan llena de paz y de tranquilidad absoluta, compuso dos bellas elegías dedicadas a su difunto marido, elegías que fueron publicadas por vez primera en su obra Poesías de 1850.
 
El blog de La divina Tula publicará el 27 de diciembre, y como colofón al año 2013, concluyendo la serie de artículos "PRELUDIOS PARA UN ILUMINADO BICENTENARIO", las dos elegías compuestas en La Solitude, dedicadas a su difunto esposo y que consideramos son de un altísimo valor poético.
 
 
Continuará…
Manuel Lorenzo Abdala
Citas:
 
(1)   Carlos Luis María Fernando de Borbón y Braganza (Madrid, 31 de enero de 1818 - Trieste, 13 de enero de 1861), Conde de Montemolín, hijo de Carlos María Isidro de Borbón y de María Francisca de Braganza. Al igual que su padre, Carlos Luis fue pretendiente carlista al trono de España, pero con el nombre de Carlos VI. También fue conocido como Conde de Montemolín.
Nació en el Palacio Real de Madrid y pasó la adolescencia y juventud en el exilio entre Portugal y Gran Bretaña.
Durante la Primera Guerra Carlista, estuvo acompañando a su padre en el frente del norte; y al término de la guerra, ambos se establecieron en Francia.
Se convirtió en el pretendiente carlista tras la abdicación de su padre el 18 de mayo de 1845, que perseguía con esa medida facilitar el matrimonio entre Carlos Luis e Isabel, lo cual, como ya se sabe, no se produjo. Se dice que fue cónsul de España en Burdeos durante un tiempo, cargo que dejó de desempeñar al producirse el enlace entre Isabel II y Francisco de Asís y Borbón. Después de la boda Real, publicó un manifiesto, llamando a la lucha armada. Una vez más se estableció en Londres y poco después comenzó la Segunda Guerra Carlista, conocida también, como guerra dels Matiners.
 
(2)   Pierre-Bienvenu Noaille fue un hombre seducido por Dios que, a los veinte años, descubre la inmensa profundidad de la misericordia divina. Nacido en Burdeos, en plena Revolución francesa (1793), crece en una familia numerosa y unida. Es un joven brillante, que triunfa en todo cuanto emprende, y que puede aspirar a una brillante carrera. Pero, llega un momento en el que Dios hace irrupción en su vida y un destino insospechado se abre ante él, tomando la firme decisión de hacer de Dios el centro de su vida.
Ingresa en un seminario y allí vive fielmente la llamada a la santidad que ha recibido desde el bautismo. Y poco a poco, descubre los aspectos fundamentales de su identidad cristiana, que se resumen en una frase: "Buscar a Solo Dios en todas las cosas, como Jesús, María y José”.
Fiel a la inspiración divina, concibe el proyecto de una Sociedad, amplia y abierta, en cuyo seno tendrán cabida hombres y mujeres de toda condición y con vocaciones diferentes en la Iglesia: religiosas apostólicas y contemplativas, mujeres consagradas seculares, personas casadas y solteras, jóvenes, sacerdotes… Con un fuerte compromiso en la evangelización del mundo, se consagrarán a imitar la vida de la Sagrada Familia. Mediante una profunda unión en su diversidad, los diferentes miembros proclamarán con su vida que "la comunión es posible" y que la Iglesia está llamada a anunciar y a construir la gran Familia de los hijos e hijas de Dios, en Jesucristo.
Ordenado sacerdote el 5 de junio de 1819, en París, el P. Noailles vuelve a Burdeos, donde comienza su ministerio en la parroquia de santa Eulalia. Su celo apostólico, su amor a los pobres, sus cualidades de discernimiento, su profunda experiencia de Dios hacen de él un verdadero pastor. Comienza el Catecismo de Perseverancia, en el que reúne numerosos grupos de jóvenes y de personas adultas. El proyecto de vida que propone a quienes desean participar en su obra es siempre el mismo: vivir imitando las virtudes de la Sagrada Familia, de acuerdo con la vocación, las necesidades y la situación propia. La vasta Asociación, concebida desde el Seminario, se concreta el 20 de mayo de 1820, cuando, abierto a la voluntad de Dios y animado por su Arzobispo, reúne en comunidad a tres jóvenes que se sienten llamadas a consagrarse al Señor y a responder a las necesidades de su tiempo, en este nuevo camino que se les ofrece. Comienza el largo y doloroso proceso en el que la diminuta semilla se convertirá en un árbol frondoso.
Una gracia extraordinaria viene a fortalecer la confianza de la pequeña y pobre comunidad. El 3 de febrero de 1822 [¡Veinticuatro años antes de ser sepultado Pedro Sabater!], y durante la bendición con el Santísimo Sacramento en la capilla de las religiosas, el Señor se muestra visiblemente en la custodia, se deja contemplar por toda la asamblea a la que bendice con un gesto de extraordinaria bondad. Este acontecimiento será debidamente confirmado por las autoridades eclesiásticas dado que, los testimonios de los numerosos testigos, son dignos de confianza y sin asomo de contradicción. Es el punto de partida para un rápido desarrollo de la obra del P. Noailles. Las ramas religiosa, laica y sacerdotal se afianzan y se consolidan.
Durante 40 años, en medio de toda clase de vicisitudes, el P. Noailles estará al frente de la Sagrada Familia, como Fundador y Padre espiritual. Es el tiempo de perfilar y consolidar la obra iniciada, de redactar Estatutos y Reglas, de velar cuidadosamente por la formación de los miembros. Su profunda espiritualidad, su sabia dirección y la solidez de sus principios son de un valor inestimable para mantener el rumbo de la Sagrada Familia, en medio de una sociedad inestable y problemática. En una época en que el papel de la mujer carece de relevancia en la sociedad francesa, el P. Noailles sabrá rodearse de mujeres de extraordinaria calidad, laicas y religiosas, a las que confía importantes responsabilidades y que serán sus fieles, prudentes y audaces colaboradoras en todo cuanto emprenda.
A su muerte, el 8 de febrero de 1861, la Sagrada Familia no será la única en llorar su pérdida. Toda una corriente de simpatía, de amistad, de veneración invade la ciudad de Burdeos. Un impresionante cortejo de personas de toda clase y condición acompañó el féretro hasta la Catedral, donde tuvieron lugar las solemnes exequias. A la tristeza de perder un amigo, un padre, un fiel consejero se mezclaba el sentimiento gozoso de descubrir un santo.
 
(3)   La Solitude (Soledad en castellano) es un convento ubicado en la zona de Graves (Término de Martillac) a cuarenta kilómetros de la ciudad de Burdeos. Pertenece a la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos que fundó el padre Pierre-Bienvenu Noailles.
 
(4)   El Château de la Brède es un castillo feudal en la comuna de La Brède en el departamento de Gironde, Francia.
El castillo, de estilo gótico, fue construido a partir de 1306 sobre los cimientos de otro castillo anterior. Está rodeado de fosos llenos de agua y de un jardín inglés, en el centro de un famoso viñedo bordelés. A pesar de las modificaciones sufridas con los siglos, ha mantenido su carácter de fortaleza.
El gran filósofo Charles Louis de Secondat, barón de La Brède y de Montesquieu, “fetiche” de la Avellaneda, nació, vivió y escribió la mayoría de sus obras aquí. Los visitantes pueden ver su biblioteca (aunque sus libros se han transferido a la biblioteca en Burdeos) y también su habitación personal. Ambas se conservan tal y como eran en el siglo XVIII.
En mayo 1836 Gertrudis Gómez de Avellaneda visitó el Castillo y protagonizó una escena histórica narrada magistralmente en sus Memorias de 1838, anécdota reproducida por el blog La divina Tula el año pasado.
El castillo puede visitarse entre la primavera y el otoño de cada año. Está clasificado por el Ministerio francés de Cultura como un monumento histórico.
 
(5)   En el próximo post explicaremos, con detalles, la vinculación de Gertrudis Gómez de Avellaneda con el Colegio de Nuestra Señora de Loreto de Madrid.
 
Bibliografía consultada:
 
Boxhorn, Emilia. Gertrudis Gómez de Avellaneda. Biografía, bibliografía e iconografía. Cartas… y sus Memorias. Madrid, SGEL 1929.
El Heraldo, El Espectador, La Esperanza, El Español, El Popular, El Católico, El Clamor público y Eco del comercio (Prensa histórica madrileña)
http://www.bordeaux.fr/images/ebx/fr/groupePiecesJointes/26482/2/pieceJointeSpec/72927/file/Chartreuse-WEB.pdf
…y otras fuentes no reveladas