mayo 26, 2014

SUCCURRAT OBLIVIONI (I parte)

Concepción Arenal y la Avellaneda
(Dedicado a Cataluña)

   En nuestro afán por rescatar la memoria extraviada en el tiempo, comenzamos una serie de artículos destinados principalmente a investigadores. Esto no quiere decir que el interés y la utilidad para el resto de lectores disminuya en grado alguno. La mayoría de las noticias tratarán temas inéditos u olvidados en épocas muy remotas. Son una serie de sorprendentes archivos, documentos y cartas de muy alto valor, esencial para la historia de la literatura.

   Tal es el caso particular que nos ocupa hoy altamentemente significativo.

   Hemos localizado unos insólitos versos cuya autoría corresponden a Concepción Arenal. Los cantares se mantuvieron inéditos hasta que una revista gallega los publicara en 1893 (casualmente el mismo año en que falleciera la eminente gallega) y hasta hoy nadie ha reparado en ellos. La composición, como bien nos hace saber su autora en una histórica carta que ya publicamos el año pasado, fue inmediatamente decomisada por la “aduana literaria” que estaba perfectamente montada entonces.  Por ese motivo no vieron la luz en su debido momento. Para la total comprensión de las circunstancias especiales en que los versos fueron compuestos, recomendamos encarecidamente leer: Una histórica carta y un sonado homenaje (La divina Tula, 4 de julio de 2013).

   Como bien indica su título, “A Gertrudis Gómez de Avellaneda” fue dedicada con entrañable gratitud a la insigne poetisa, escritora y dramaturga hispanoamericana con motivo de la gigantesca serenata ofrecida por los obreros catalanes en 1859, vitoreándola con entusiasmo. La casualidad llevó a las manos de Concepción Arenal, confinada en Potes, una carta que hablaba sobre los hechos acontecidos en Barcelona que tanto conmovieron a la Avellaneda y al respecto dijo:


   El hecho me impresionó fuertemente, tanto, que no teniendo aquí con quién comunicar mi emoción, la comuniqué al papel y luego quise comunicárselo al público.


   Después de haber permanecido ciento veintiún años en los estantes de una respetable biblioteca, el blog “La divina Tula” ofrece en exclusiva esta composición poética, insólita y absolutamente desconocida, de Concepción Arenal con un gran valor histórico.


A Gertrudis Gómez de Avellaneda1.

  Ved como luce nítida aureola,
Que hasta la envidia, a su pesar, respeta,
Fulgurando en la frente del poeta
Sin rival de la América española.

  Tula es, es aquella que ensalzaran
Artistas y poetas a porfía;
La que, en la patria escena, recogía
El laurel seductor que le brindaran.

  ¿Será solo ese grupo inteligente,
Al que “Ilustre Senado” se llama,
Quien tu nombre enaltece, quien aclama
La noble inspiración de tu alma ardiente?

  No; que el hijo del pueblo, a quien no escuda
De la miseria su jornal precario
El pobre, el aburrido proletario
Viene a ti, cariñoso y te saluda.

  Te agasaja, te ensalza y te respeta
Ese pueblo que a tantos miedo inspira;
En el vibran los ecos de tu lira…
¡Que también es el pueblo un gran poeta!

  ¡Oh Cataluña, que abjurar hoy quieres
Irritantes errores inhumanos;
Bien prepara la guerra a los tiranos
Pueblo que hace justicia a las mujeres!

  Y justicia obtendrás, sí; que, a despecho
De la ignorancia, para el mal fecunda,
El día se avecina que confunda
Bien y necesidad, fuerza y derecho.

  Y tú, ilustre cubana, erguido el cuello
De hoy más puedes llevar, y alta la frente;
Del pueblo el homenaje reverente
Es de todos tus lauros el más bello.
 
  Bien se te alcanza, y demostrarlo quienes
De gratitud el pecho conmovido;
Aun así, como grande no has cumplido…
¡Tu grandeza te impone otros deberes!

  De “Baltasar”, autora insigne, escucha:
El ser, sin corazón ni inteligencia,
Ostente vergonzosa indiferencia,
Del bien y el mal en la terrible lucha.

  Es su derecho, escrito está en el lado;
Mánchese y use de él… Pero al talento,
Al excelso, al divino pensamiento,
¿Le es dado descender del propio modo?

  Cuanto puede existir, y el orbe encima,
Su fin ha de llenar, tiene un oriente…
¿Cuál es, si el mal contempla indiferente,
Del genio su misión sobre la tierra?

  Cumple la tuya, pues la vil franquicia
Del egoísmo imbécil no te alcanza;
Echa tu nombre ilustre en la balanza,
Del lado del amor y la justicia.

  Es tu deber, oh Tula, es tu derecho,
El gran ser que le dio a la harmonía
El mágico poder, te dirá un día:
-De ese sublime don, mujer, ¿qué has hecho?

  ¿Puedes llegar tranquila a su presencia
Si no respondes al terrible cargo?
Deja al ignaro vulgo en su letargo,
Sin fe sin esperanza, sin conciencia;

  Que si en siglos de ciego fanatismo
El genio duda, y en dudar consiente,
Es en cambio, entusiasta y es creyente
En épocas de helado escepticismo.

  Sabio moderador, que la balanza,
Que pesa el bien y el mal, firme sostiene,
¿Se precipita el mundo? Le detiene!
¿Quiere pararse el mundo? Y él le lanza!

  Hoy el genio es la fe. Tenla, oh cubana,
En el creciente bien y alto destino
Del pueblo, que te aclama en tu camino,
Y escarnecido has de mirar mañana.

  Si escuchas su gemido prolongado,
Si sus hondas heridas ves abiertas,
Ora estén por cadenas encubiertas
O por arnés brillante y recamado.

  Si aviesa, le calumnia la malicia,
Tu dulce voz en su favor levanta,
Y de ese pueblo desdichado canta
La virtud, los dolores, la justicia.

  O si sientes hervir dentro su pecho
Ciegas pasiones que el error inspira
Enséñale al compás de su áurea lira,
Que nunca “lo imposible” es un derecho.

  Si una sola verdad con tus cantares
Haces sentir al pueblo que te escucha;
Si das consuelo, en la incruenta lucha,
A uno solo, no más, de sus pesares;

  La página más bella de tu historia
Trazará el sacro fuego que te inflama;
Dejar al mundo un nombre: esa es la Fama.
Hacer al mundo bien: esa es la Gloria.


Concepción Arenal Ponte.


1.- Arenal, Concepción. A Gertrudis Gómez de Avellaneda. Galicia, Revista de ciencias, Letras, Artes y Folk-lore. Establecimiento Tipográfico de la papelería de Ferrer. Editor Andrés Martínez Salazar. La Coruña, 1893. PP. 429-431.

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