octubre 28, 2011

POESÍAS DE AMOR (III)

A principios de octubre -casi cuando se "auto parió" este blog- quise comprobar cómo se me clasificaba por los mortales de estos agitados y convulsos tiempos, porque en mí época ya se sabe… Para ello hube de ocuparme en realizar una encuesta con el objetivo de que los lectores y lectoras del blog dedicaran algo de su tiempo y juzgaran al respecto. Sólo quedan dos días para cerrar la investigación, y ante la inminente clausura, exhorto a todas aquellas almas que aun no han votado, visiten la encuesta y dictaminen si soy cubana, española o ambas cosas ¡Yo soy algo más que eso, mucho más!
El resultado de la encuesta me será de gran utilidad pues lo pienso cuestionar relacionándolo con cierto artículo –otro más sobre mi cuestionada vida y obra- que se publicó recientemente y al que responderé con mi acostumbrada vehemencia en la próxima entrega.

Con la encuesta, concluye muy en breve el primer mes de nuestra existencia (inauguramos inmediatamente después que el otoño se presentó), y en los escasos días que median desde nuestra feliz apertura, entre otras muchas cosas, a una actriz iraní le condenaron a un año de cárcel y a noventa latigazos por protagonizar una película que versa sobre las dificultades que la república islamista pone a los artistas para desarrollar su trabajo… (¡Y yo que me quejaba en pleno siglo XIX!) Pero también y no muy lejos de allí, dos mujeres en Liberia y una mujer en Yemen, fueron congratuladas con el prestigioso premio Nobel de la Paz por sus luchas no violentas, por la seguridad de las mujeres y de sus derechos a participar en los procesos de paz... Yo prefiero quedarme con lo último -sin dejar de solidarizarme con la actriz, faltaría más-  porque además de ser gentil, hermoso y muy alentador, provoca que el amor, la paz y la alegría reinen permanentemente…

Y... continuando con nuestras semanales entregas poéticas, os dejo con una nueva propuesta de mi extensa colección, y que en el caso que nos ocupa, dediqué en su momento A ÉL…

¡Disfrutad!

pd.- ¿Alguien se atreve a descifrar quién fue él?



 

2 comentarios:

  1. Hay otra poesía titulada como esa, parece que Tula reescribía sus poemas ¿Alguien me puede ayudar en esto?

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  2. Él, por siempre fue Ignacio de Cepeda y Alcalde, el hombre que volvió loca a la Tula, el que le arrebató el corazón...

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