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Entrada principal del Cementerio La Chartreuse, Burdeos. |
El entierro y el funeral
de D. Pedro Sabater.
Nuevos datos históricos.
Nuevos datos históricos.
En
1836, cuando Gertrudis Gómez de Avellaneda estuvo de paso por la ciudad de
Burdeos, no imaginó que diez años más tarde inhumaría (en el mismo cementerio
que ella visitara y describiera en sus Memorias
de 1838), los restos mortales de su primer esposo. En las citadas Memorias de 1838, que dedicó a su prima
Eloísa, podemos leer:
Me falta aún decirte una palabra sobre otra
visita que hice en Bordeaux.
¿Adivinarás a quién?... Al cementerio. Sí, Eloísa; pero el cementerio de Bordeaux ha despojado a la muerte de su
asquerosidad y horror. Calles de flores, limpias y simétricas, conducen a los
sepulcros de mármol, bellos y suntuosos, que más bien adornan que entristecen
aquel lugar. Sombreados aquellos monumentos de la muerte por sauces y abetos, y
regados de rosas y siemprevivas, nada presentan de horrible o repugnante. En
medio del aroma que embalsama aquel ambiente, parece que los muertos deben
dormir con un sueño más dulce, y que tiene algo de vago y poético la espantosa
evidencia de la nada.
A
partir de entonces la Avellaneda sintió predilección por los cementerios, una
de las tantas características que la situó definitivamente como una la gran romántica
que fue. Varias composiciones suyas están estrechamente relacionadas con
imágenes que tienen como escenario a los camposantos, y la muerte, como no
podría ser de otra manera, fue tema recurrente en su obra toda.
Pero
volvamos al fatídico 1 de agosto de 1846, día en que falleció el jefe político
de Madrid, esposo de la ilustrada poetisa.
La
noticia de la muerte de Don Pedro Sabater, fue publicada por varios periódicos tanto
españoles como franceses. Y gracias a la multitud de noticias encontradas en esos
periódicos podemos hacer un bosquejo fiel del funeral y del entierro. Algunos
medios sentían profundamente la pérdida del joven. Pero otros, como es el caso
de El Clamor público (enemigo
acérrimo del Jefe político de Madrid) llegó a burlarse de lo acontecido en los
términos siguientes (transcribimos textualmente, respetando la
ortografía de publicación original).
PARTE TELEGRAFICO,
Torre del vijia del puerto de la situación
a los ocho días del mes de agosto del tercer año del imperio de la COSA-RARA, estando
el SOL en Capricornio y SAN FRANCISCO XAVIER cantando un responso por el ánima de
D. PEDRO SABATER, que gloria haya, pues murió el dia 1º en Burdeos sin decir
hoste ni moste, como lo acredita el documento que sigue:
BOUDEAUX LE 2 AOUX 1846.
Mr. Torroba.
Vous etés prié
de la part de S. Exc. Mad. Gertrudis Gómez Avellaneda du Sabater, et de Mr. le consul
d' Espagne, de leur faire l’honner
d'asister le 3 du courant dans l’ Eglise de San Pierre, aux obséques de feu Mr Sabater chef
politique de Madrid.
On se rassemblera
á 7 3/4 heurs du matin a l’hotel d’Angouléme d’eu le convoi funébre partira á 8
heurs tres précises.
Un de Profundis s' il vous plait.
Huelgan los
comentarios…
Inmediatamente
después de certificar la muerte de Don Pedro Sabater, el propio cónsul español
en Burdeos, el Excmo. Señor conde de Montemolín(1) (pretendiente al
trono de España como Carlos VI de Borbón) se haría cargo y responsable de todo
el funeral. El 11 de agosto, ocho días después del entierro, el periódico La Esperanza publicaba un comunicado anónimo
(Tenemos sospechas de la autoría de dicho comunicado, pero aún no lo hemos
confirmado), cuyo sorpresivo texto por su grandísima importancia histórica,
reproduce para sus lectores, íntegramente, el blog La divina Tula (Nunca
antes se había publicado, ni siquiera mencionado el hecho).
Señores redactores de la ESPERANZA.
Muy señores mios: En este instante acabo de Llegar
á mi casa de acompañar, hasta el Campo Santo, los restos del señor Sabater,
cuya temprana muerte le ha ocurrido en esta población.
¡Que de consideraciones se han atropellado á
mi angustiada imaginación, al observar que tanto en sus postrimeros instantes,
como en el séquito fúnebre, y en las sagradas honras celebradas en la parroquia
de San Pedro, lo componía todo el partido del conde de Montemolín!... Bien
complacido debe haber quedado este señor cónsul, que con la joven viuda, es el
que ha convidado y hacía el duelo por haberse visto rodeado de un número no pequeño de notabilidades qué algunos
tal vez creerán sus enemigos. No: todos estos dignos españoles desean llegue el
dia de la reconciliación general.
La ilustrada viuda del señor Sabater, podrá
decir de quienes ha recibido mayores consuelos en el trance en que más
se manifiesta la caridad cristiana.
Esta es una lección
que todos debemos aprender para desnudarnos de las pasiones, y hacer la
felicidad de esa patria tan destrozada por bastardas ambiciones.
Si Vds. creen estas líneas dignas de ocupar
un lugar en su apreciable periódico para llamar mas y mas la atención del
público sobre este triste acontecimiento que la sabia Providencia ha dispuesto;
se lo agradecerá S.S.S. = Q.L.B.S.M.= Un AMANTE DE LA PAZ.
Burdeos 3 de agosto de 1846.
Retiro a La Solitude de Martillac.
La
misma mañana del 3 de agosto de 1846, y posterior al sepelio efectuado en el famoso
cementerio de la Chartreuse de Burdeos, el padre Pierre-Bienvenu Noailles(2), presente durante las
exequias del difunto Sabater, invitó a la joven viuda a pasar unos días en su santuario
de La Solitude(3). El silencio y espiritualidad del aquel hermoso lugar eran
muy propicios para la paz que la poetisa necesitaba en aquellos
tristes momentos. Y por ese motivo, principalmente, él
creyó oportuno invitar a la Avellaneda a pasar una temporada en
el “santuario” donde su congregación tenía la sede.
Desde
la primera mitad del siglo XIX hasta nuestros días La Solitude (Soledad en castellano) ha vivido muchos cambios. Pero
este lugar siempre se ha mantenido para las hermanas de la Sagrada Familia y
para todos aquellos que se inspiran en su gran espiritualidad.
En
1836 durante su estancia en Burdeos, la Avellaneda había pasado por Martillac, localidad
donde se ubica La Solitude. Fue en un
viaje que realizó al Castillo de La Brède(4),
su adorado templo personal. La poetisa, recién convertida en viuda, no dudó un
solo instante en aceptar la propuesta del padre Noailles por ésta, por otras
razones y otras tantas coincidencias, un tanto ¡místicas…!
En
1844, Gertrudis Gómez de Avellaneda, había conocido a la madre Bonnat en
Madrid. La religiosa fue la mano derecha del padre Noailles hasta hacía muy
poco tiempo. Se sabe que la madre Bonnat, de la Sagrada Familia de Burdeos, fue
la fundadora del Colegio de Nuestra Señora de Loreto en Madrid, colegio con el
cual la Avellaneda estaba muy vinculada(5).
Demasiadas coincidencias (aparte de las místicas) obligaron a la poetisa aceptar
aquella invitación. Y por eso, y con la aprobación unánime de todos sus amigos,
así como por una decisión propia, se retiró a aquel paraje idílico (que elevaría
su espiritualidad a rasgos insospechados) durante mes y medio para reponer
fuerzas por la tremenda pérdida sufrida.
Se
ha dicho reiteradamente que la Avellaneda entró a un convento de Burdeos como
monja, pero esto no es cierto. La culpa de tan errónea afirmación la tuvo el
periódico El Espectador que en su
afán sensacionalista el día 25 de agosto de 1846, publicó la siguiente nota sin
comprobar su veracidad:
Se dice como
positivo que ha entrado monja!!! en Burdeos en la orden de San Vicente de Paul,
nuestra celebre poetisa la Sra. Gómez de Avellaneda, debido sin duda al profundo
sentimiento que ha causado en la misma la prematura muerte de su esposo el Sr.
Sabater, jefe político que era de Madrid.
Y
esto, evidentemente, ha confundido a muchos investigadores e historiadores
durante casi ciento setenta años. Es cierto, y comprobado está, que Gertrudis
Gómez de Avellaneda se retiró un tiempo (solo durante mes y medio) a La Solitude, sede de la Congregación de
la Sagrada Familia de Burdeos (y no a la orden de San Vicente de Paul como dijo
El Espectador entonces). Pero no lo hizo para convertirse en
monja. Allí, gracias a los cuidados de las hermanas, del propio padre Pierre-Bienvenu
Noailles y de la tremenda espiritualidad del lugar, pudo reponer fuerzas y
regresar a España en los últimos días de de septiembre.
Cuando
estuvo lista para emprender el comentado viaje de regreso, se trajo de la
Congregación de La Sagrada Familia de Burdeos, unos regalos de culto que
personalmente enviaba el padre Pierre-Bienvenu Noailles para el Colegio de Nuestra
Señora de Loreto de Madrid. Al respecto el periódico El Heraldo, en su edición del 26 de septiembre de 1846, decía:
Ha llegado á esta corte la célebre poetisa doña
Gertrudis Gómez de Avellaneda de Sabater, que después de la desgraciada muerte
de su esposo ha permanecido en Burdeos, hasta que algún tanto repuesta del
abatimiento y mal estado á que la redujo el dolor de tan terrible golpe, ha
podido, emprender su viaje para Madrid, Ha traído como regalo para las señoras
del colegio de Loreto en esta corte algunos objetos de culto que las remiten las
religiosas Ursulinas de Burdeos [he aquí un grave error que se repite. No eran
las Ursulinas, se trataba de La Sagrada Familia de Burdeos], en cuya compañía ha
buscado el consuelo la poetisa española en los amargos días de su infortunio.
Durante
su estancia en aquella villa bordelesa, tan llena de paz y de tranquilidad
absoluta, compuso dos bellas elegías dedicadas a su difunto marido, elegías que
fueron publicadas por vez primera en su obra Poesías de 1850.
El
blog de La divina Tula publicará el 27 de diciembre, y como colofón al año 2013, concluyendo la serie de artículos "PRELUDIOS PARA UN ILUMINADO BICENTENARIO", las dos elegías compuestas en La Solitude, dedicadas a su difunto esposo y que consideramos son de un altísimo valor poético.
Continuará…
Manuel Lorenzo Abdala
Citas:
(1) Carlos
Luis María Fernando de Borbón y Braganza (Madrid, 31 de enero de 1818 - Trieste,
13 de enero de 1861), Conde de Montemolín, hijo de Carlos María Isidro de
Borbón y de María Francisca de Braganza. Al igual que su padre, Carlos Luis fue
pretendiente carlista
al trono de España, pero con el nombre de Carlos VI. También fue conocido como
Conde de Montemolín.
Nació en el Palacio Real de
Madrid y pasó la adolescencia y juventud en el exilio entre Portugal y Gran
Bretaña.
Durante la Primera Guerra
Carlista, estuvo acompañando a su padre en el frente del norte; y al término de
la guerra, ambos se establecieron en Francia.
Se convirtió en el
pretendiente carlista tras la abdicación de su padre el 18 de mayo
de 1845, que perseguía con esa medida facilitar el matrimonio entre Carlos Luis
e Isabel, lo cual, como ya se sabe, no se produjo. Se dice que fue cónsul de
España en Burdeos durante un tiempo, cargo que dejó de desempeñar al producirse
el enlace entre Isabel II y Francisco de Asís y Borbón. Después de la boda
Real, publicó un manifiesto, llamando a la lucha armada. Una vez más se
estableció en Londres y poco después comenzó la Segunda Guerra Carlista, conocida
también, como guerra dels Matiners.
(2) Pierre-Bienvenu
Noaille fue un hombre seducido por Dios que, a los veinte años, descubre la
inmensa profundidad de la misericordia divina. Nacido en Burdeos, en plena
Revolución francesa (1793), crece en una familia numerosa y unida. Es un joven
brillante, que triunfa en todo cuanto emprende, y que puede aspirar a una
brillante carrera. Pero, llega un momento en el que Dios hace irrupción en su
vida y un destino insospechado se abre ante él, tomando la firme decisión de
hacer de Dios el centro de su vida.
Ingresa en un
seminario y allí vive fielmente la llamada a la santidad que ha recibido desde
el bautismo. Y poco a poco, descubre los aspectos fundamentales de su identidad
cristiana, que se resumen en una frase: "Buscar a Solo Dios en todas las
cosas, como Jesús, María y José”.
Fiel a la inspiración
divina, concibe el proyecto de una Sociedad, amplia y abierta, en cuyo seno
tendrán cabida hombres y mujeres de toda condición y con vocaciones diferentes
en la Iglesia: religiosas apostólicas y contemplativas, mujeres consagradas
seculares, personas casadas y solteras, jóvenes, sacerdotes… Con un fuerte
compromiso en la evangelización del mundo, se consagrarán a imitar la vida de
la Sagrada Familia. Mediante una profunda unión en su diversidad, los diferentes
miembros proclamarán con su vida que "la comunión es posible" y que
la Iglesia está llamada a anunciar y a construir la gran Familia de los hijos e
hijas de Dios, en Jesucristo.
Ordenado sacerdote el
5 de junio de 1819, en París, el P. Noailles vuelve a Burdeos, donde comienza
su ministerio en la parroquia de santa Eulalia. Su celo apostólico, su amor a
los pobres, sus cualidades de discernimiento, su profunda experiencia de Dios
hacen de él un verdadero pastor. Comienza el Catecismo de Perseverancia, en el
que reúne numerosos grupos de jóvenes y de personas adultas. El proyecto de
vida que propone a quienes desean participar en su obra es siempre el mismo:
vivir imitando las virtudes de la Sagrada Familia, de acuerdo con la vocación,
las necesidades y la situación propia. La vasta Asociación, concebida desde el
Seminario, se concreta el 20 de mayo de 1820, cuando, abierto a la voluntad de
Dios y animado por su Arzobispo, reúne en comunidad a tres jóvenes que se
sienten llamadas a consagrarse al Señor y a responder a las necesidades de su
tiempo, en este nuevo camino que se les ofrece. Comienza el largo y doloroso
proceso en el que la diminuta semilla se convertirá en un árbol frondoso.
Una gracia
extraordinaria viene a fortalecer la confianza de la pequeña y pobre comunidad.
El 3 de febrero de 1822 [¡Veinticuatro años antes de ser sepultado Pedro Sabater!],
y durante la bendición con el Santísimo Sacramento en la capilla de las
religiosas, el Señor se muestra visiblemente en la custodia, se deja contemplar
por toda la asamblea a la que bendice con un gesto de extraordinaria bondad.
Este acontecimiento será debidamente confirmado por las autoridades
eclesiásticas dado que, los testimonios de los numerosos testigos, son dignos
de confianza y sin asomo de contradicción. Es el punto de partida para un
rápido desarrollo de la obra del P. Noailles. Las ramas religiosa, laica y
sacerdotal se afianzan y se consolidan.
Durante 40 años, en
medio de toda clase de vicisitudes, el P. Noailles estará al frente de la
Sagrada Familia, como Fundador y Padre espiritual. Es el tiempo de perfilar y
consolidar la obra iniciada, de redactar Estatutos y Reglas, de velar
cuidadosamente por la formación de los miembros. Su profunda espiritualidad, su
sabia dirección y la solidez de sus principios son de un valor inestimable para
mantener el rumbo de la Sagrada Familia, en medio de una sociedad inestable y
problemática. En una época en que el papel de la mujer carece de relevancia en
la sociedad francesa, el P. Noailles sabrá rodearse de mujeres de
extraordinaria calidad, laicas y religiosas, a las que confía importantes
responsabilidades y que serán sus fieles, prudentes y audaces colaboradoras en
todo cuanto emprenda.
A su muerte, el 8 de
febrero de 1861, la Sagrada Familia no será la única en llorar su pérdida. Toda
una corriente de simpatía, de amistad, de veneración invade la ciudad de
Burdeos. Un impresionante cortejo de personas de toda clase y condición
acompañó el féretro hasta la Catedral, donde tuvieron lugar las solemnes
exequias. A la tristeza de perder un amigo, un padre, un fiel consejero se
mezclaba el sentimiento gozoso de descubrir un santo.
(3)
La Solitude (Soledad en
castellano) es un convento ubicado en la zona de Graves (Término de Martillac) a cuarenta kilómetros de la
ciudad de Burdeos. Pertenece a la Congregación de la Sagrada Familia de Burdeos
que fundó el padre Pierre-Bienvenu Noailles.
(4) El Château de la Brède es un castillo
feudal en la comuna de La Brède en el
departamento de Gironde, Francia.
El castillo, de estilo
gótico, fue construido a partir de 1306 sobre los cimientos de otro castillo
anterior. Está rodeado de fosos llenos de agua y de un jardín inglés, en el
centro de un famoso viñedo bordelés. A pesar de las modificaciones sufridas con
los siglos, ha mantenido su carácter de fortaleza.
El gran filósofo Charles
Louis de Secondat, barón de La Brède y de Montesquieu, “fetiche” de la
Avellaneda, nació, vivió y escribió la mayoría de sus obras aquí. Los
visitantes pueden ver su biblioteca (aunque sus libros se han transferido a la
biblioteca en Burdeos) y también su habitación personal. Ambas se conservan tal
y como eran en el siglo XVIII.
En mayo 1836 Gertrudis Gómez
de Avellaneda visitó el Castillo y protagonizó una escena histórica narrada magistralmente
en sus Memorias de 1838, anécdota
reproducida por el blog La
divina Tula el año pasado.
El castillo puede visitarse
entre la primavera y el otoño de cada año. Está clasificado por el Ministerio
francés de Cultura como un monumento histórico.
(5) En el
próximo post explicaremos, con detalles, la vinculación de Gertrudis Gómez de Avellaneda
con el Colegio de Nuestra Señora de Loreto de Madrid.
Bibliografía consultada:
Boxhorn, Emilia. Gertrudis Gómez de Avellaneda. Biografía, bibliografía e iconografía.
Cartas… y sus Memorias. Madrid, SGEL 1929.
El Heraldo, El Espectador, La Esperanza, El Español, El Popular,
El Católico, El Clamor público y Eco del comercio (Prensa histórica madrileña)
http://www.bordeaux.fr/images/ebx/fr/groupePiecesJointes/26482/2/pieceJointeSpec/72927/file/Chartreuse-WEB.pdf
http://www.bordeaux.fr/images/ebx/fr/groupePiecesJointes/26482/2/pieceJointeSpec/72927/file/Chartreuse-WEB.pdf
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