julio 17, 2014

EDICIONES CUBARTE


Historia de una desafortunada e irreverente edición multimedia sobre la Avellaneda.

Carátula del multimedia. Nótese el primer gazapo: el retrato de la Avellaneda está invertido (puesto al revés)

El dos de octubre de 2013 se puso en contacto con la dirección del sitio La divina Tula, Llamely González Quesada. En el e-mail, que consta en nuestros archivos, la citada señora no se identificó entonces como lo que era realmente, la productora de un futuro y desdichado multimedia sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda de la Editorial Cubarte.

En el segundo correo recibido (identificada ya como tal la productora) nos pedía curiosamente permiso para “incluir algunos de los textos de la obra La divina Tula” (así llamó entonces al sitio) en el proyecto que bajo la dirección de la doctora Cira Romero, llevaría a cabo Cubarte, a través, repito, de un infeliz multimedia, lleno de errores y falsedades varias (Lo siento profundamente).

En aquel momento consideramos la cooperación como el arma justa y necesaria para difundir la vida y obra de la poetisa decimonónica. Como es lógico imaginar, la dirección del blog respondió inmediatamente (nos consta igualmente el e-mail) autorizando al proyecto de Cubarte tomar los textos investigados, recopilados y/o publicados por nuestro sitio que estimasen necesario para su difusión en el proyecto. A cambio tan solo pedíamos nos citaran como normalmente se hace en estos casos, que no era mucho pedir.

El siguiente e-mail llegó inmediatamente: “He hecho una búsqueda de varios meses en la red sobre la Avellaneda y de todos los sitios que he consultado, sin exagerar, este es el más completo y organizado” nos decía la señora González Quesada, adulatoriamente, agregando que La divina Tula era mejor sitio que el de la Biblioteca Virtual Cervantes. A continuación se presentó como obrera al servicio de la Editorial Digital Cubarte, empresa que preparaba el multimedia sobre la poetisa, el cual pensaban venderlo en la Feria Internacional del Libro de La Habana en febrero de 2014 aprovechando el tirón del bicentenario. En el correo se nos aseguraba que incluirían en los créditos y en la bibliografía nuestros datos, incluso el mío personal.

A partir de aquel momento la correspondencia aumentó de ritmo e intercambiamos varios y productivos e-mails. En uno de ellos le comenté de las diversas actividades que la Asociación Cultural y Literaria “La Avellaneda” preparaba para el bicentenario en Sevilla. En uno de los tantos correos de ida y vuelta, y a título personal, le sugerí que era mejor preparar un e-book y no un multimedia. En el mercado editorial resultaría más provechoso a la hora de su venta ya que técnicamente “la era de los multimedias” había sido superada hacía mucho tiempo. En el último correo que recibí de la citada señora productora -obrera al servicio de la casa Editorial Digital cubana-, me decía que el trabajo ya estaba listo y que me haría llegar una copia en deferencia por los servicios prestados a su empresa. En aquel e-mail insinuó la posibilidad de un viaje a España (se supone que invitada por nosotros pues debió pensar que disponíamos de alguna subvención) con el objetivo de vender su producto aprovechando las diversas actividades que la Asociación Cultural y Literaria “La Avellaneda” preparaba para conmemorar el bicentenario de la poetisa. Le dijimos que sentíamos mucho no poder acceder a sus deseos rogatorios porque nuestra Asociación, presidida por la periodista y escritora Edith Checa y compuesta por un talentoso grupo de poetas y escritores amantes de las buenas letras, carecía de los medios económicos necesarios para afrontar semejante gasto, innecesario por demás. Y obviamente, nos quedamos sin multimedia.

El resultado del trabajo editorial fue presentado en la Feria Internacional del Libro de la Habana y en otras ciudades cubanas como Camagüey, cuna de la poetisa. Igualmente el multimedia fue vendido en la Feria del Libro de Buenos Aires y su venta se ha intentado en España, infructuosamente y para bien de los estudiosos pues el resultado es vergonzoso.

Durante los actos por el bicentenario celebrado en Sevilla los días 21, 22 y 23 de marzo de 2014 a los cuales fue invitado el Señor Embajador de Cuba en España, el cónsul en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, así como otras personalidades, se nos presentó en el cementerio de San Fernando un ciudadano cubano residente en España, miembro de una Asociación de Cubanos residentes en Andalucía, rara agrupación con evidentes tintes políticos. El mencionado señor, acompañado por otras seis personas más, llegó con el citado multimedia en la mano izquierda y con la bandera de Cuba en la derecha, ostentando una especie de cubanía cederista pasado de moda desde la caída del muro de Berlín. En realidad intentaban politizar un acto puramente cultural organizado durante mucho tiempo por la Asociación Cultural y Literaria “La Avellaneda” y no lo permitimos bajo ningún concepto. Sobre este ridículo incidente decidimos no pronunciarnos entonces. Y si lo hacemos ahora es para desenmascarar una absurda estrategia política, lejos y enemiga de cualquier iniciativa cultural y en justo pago por el despreciativo trato recibido. Y como estamos hartos de tanta manipulación, hasta aquí hemos llegado.

Hace unos días, durante el Simposio Internacional sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda celebrado en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid (CSIC), coincidí con la doctora Cira Romero, especialista del Instituto de Literatura y Lingüística “José Antonio Portuondo”. La señora Romero, durante su ponencia, reconoció la ayuda y servicios prestados por el sitio La divina Tula (disponemos de la grabación de toda su intervención) y tuvo a bien de obsequiarme con el famoso multimedia. Quiero pensar que la doctora Cira Romero fuera totalmente ajena a lo acontecido (me dolería doblemente), de lo contrario no se le hubiera ocurrido obsequiarnos con una copia del trabajo.

La gran sorpresa llegó cuando ejecuté el disco en mi ordenador. Independientemente de los graves errores cometidos en la realización, (incongruencias y absurdas falsedades que no voy a relatar), La divina Tula no se mencionaba en los créditos ni en la bibliografía consultada. Y nos consta que han utilizado fotos y textos varios cuya autoría se atribuyen de manera irreverente cuando es nuestra. No pudiendo comprender las razones, nos sentimos utilizados, muy dolidos por los hechos. En ese momento escribí en privado a la señora productora Llamely González reclamando al menos una disculpa. Aún espero una explicación de la productora*.

Realmente no nos hubiera gustado insertar este post en nuestro sitio, no forma parte de nuestros objetivos, pero visto lo visto y esperado el tiempo de contestación que consideramos oportuno, prudencial (más de quince días), para que se disculparan, no nos queda otra que dar a conocer a lo que se dedican algunos en la República de Cuba, aún. Rompemos de esta manera cualquier tipo de colaboración pasada, presente y futura con Ediciones Cubarte y otras instituciones irreverentes. No nos satisface, no es productiva ni necesaria y no nos interesa para nada. El blog de La divina Tula continuará como hasta ahora, recopilando información sobre la vida y obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda y haciéndola llegar libremente a todos los confines del universo cultural y literario.


Muchas gracias,


Manuel Lorenzo Abdala.
Especialista en la vida y obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda.
http://www.ladivinatula.blogspot.com

* Y dicha explicación llegó con los días. Hemos sabido que el artífice solapado de la artimaña contra nuestro blog (el que se opuso a que apareciéramos en los créditos) fue el "eterno aprendiz" Ernesto Sierra, director de Ediciones Cubarte, un conocido misógino, detractor en alguna medida de Gertrudis Gómez de Avellaneda y otras féminas. No sabemos si sus acciones responden a orientaciones del mando superior o a su propia iniciativa con el objetivo de perpetuarse en el cargo que ostenta. Se lo hemos preguntado. En cuanto tengamos respuesta, si acaso esto ocurriera, la daremos a conocer.

6 comentarios:

  1. Lamentable Manuel. Siento mucho todo esto, que, entre otras cosas, ni tu, ni la Asociación, ni Edith ni Tula os merecéis. Lamentablemente algunas veces hay que poner a las personas en su sitio. No te sientas mal por tu honradez. Comparto tu sentir,como amante que soy de la vida y obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda. Un abrazo cómplice desde Jaén.

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    1. Rocío, muchas gracias por tus bellas palabras. Hablamos sobre el particular por otra vía, no quiero comenzar una polémica y darle publicidad a la tal Cubarte, irrespetuosa Institución.
      Un abrazo, igualmente cómplice, como bien dices.

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  2. Tristemente doloroso. Mucha gente en Cuba esta equivocada y piensa que se puede copiar y pegar alegremente sin la mas minima gota de respeto, como si agradecer la colaboracion fuera algo indigno. Y luego soberbiamente se dicen o creen poseedores de la verdad suprema....
    Pavel

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    1. Cuanta razón llevas estimado Pavel. Desgraciadamente en mi post la peor parte se la lleva Llamely González (la parte más débil de la soga). En realidad el culpable de todo ha sido un tal Ernesto Sierra, representante de Cubarte. Él ha impedido se nos mencionara en los créditos. Acaban de escribirme de Cubarte informándome del tema. Pero no pretendo continuar una triste polémica porque no quiero dar publicidad a la tal Institución cubana.
      Si vieras el contenido del multimedia te daría algo, se han inventado hasta una foto de Ignacio de Cepeda...
      Un abrazo,
      manu

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    2. Solo por curiosidad voy a procurarme el multimedia, pero puedes estar convencido que no daré ni permitiré que nadie de un centavo por el.Asi que como mismo ellos piratean e irrespetan los derechos, haré yo o algún amigo lo hará por mi. Esta informacion la pondre en facebook y la mandare a todo el que conozco en Cuba y que tenga vinculos con el medio cultural, para que al menos esten informados.
      Imagino como te sientes con todo esto tan desagradable, asi que no vale la pena ni responderles.Un abrazo.
      Pavel

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  3. que horror, a esta altura de la vida intentar silenciar información, los pobres diablos irrespetuosos que se creen el ombligo del mundo. Hay que darlo a conocer Manuel, que sepan que en el mundo ya no se puede silenciar al estilo cubano, Internet tiene leyes y derechos. Lo siento, se como debes sentirte, conozco tu intenso trabajo e investigación.

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